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Impacto de las Actividades F�sicas en el desarrollo de Habilidades Motoras Y Sociales en ni�os de Sexto A�o de Educaci�n B�sica de la Unidad Educativa Particular la Providencia

 

Impact of Physical Activities on the Development of Motor and Social Skills in Sixth-Year Elementary School Children at the La Providencia Private Educational Unit

 

Impacto das Atividades F�sicas no Desenvolvimento das Compet�ncias Motoras e Sociais em Crian�as do Sexto Ano do Ensino B�sico da Unidade Educativa Privada La Providencia

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Correspondencia: francis.torres.82@est.ucacue.edu.ec

 

Ciencias de la Educaci�n

Art�culo de Investigaci�n

 

* Recibido: 26 de marzo de 2025 *Aceptado: 24 de abril de 2025 * Publicado: �29 de mayo de 2025

       I.          Licenciada En Ciencias De La Educaci�n En La Especialidad De Educaci�n F�sica, maestrante del programa de maestr�a en Educaci�n menci�n Educaci�n F�sica y Deporte de la Universidad Cat�lica de Cuenca, Azogues, Ecuador.

     II.          Mag�ster en Cultura F�sica y Entrenamiento Deportivo, Licenciado en Cultura F�sica y Entrenamiento Deportivo Menci�n Gimnasia y B�squet, Docente en la Universidad Cat�lica de Cuenca, Macas, Ecuador.

   III.          Magister en Entrenamiento Deportivo y Educaci�n F�sica, Licenciada en Ciencias de la Educaci�n, Especializaci�n Cultura F�sica, Abogada de los tribunales de Justicia del Ecuador, Doctoranda en el Programa de Doctorado en Humanidades y Artes con Menci�n en Ciencias de la Educaci�n de la Universidad Nacional de Rosario, Rosario, Argentina.

 

Resumen

Este estudio examina c�mo las actividades f�sicas influyen en el desarrollo de habilidades motoras y sociales de los estudiantes de sexto a�o de educaci�n b�sica de la Unidad Educativa Particular La Providencia. Se parte del supuesto de que la pr�ctica f�sica no solo favorece el bienestar corporal, sino que tambi�n potencia competencias sociales clave como la cooperaci�n y la empat�a. El objetivo principal fue evaluar el impacto de un programa de intervenci�n f�sica estructurado en el desarrollo de la motricidad gruesa y fina, as� como en las habilidades sociales de los estudiantes. Para ello, se aplic� un enfoque mixto, utilizando pruebas estandarizadas como el Bruininks-Oseretsky Test of Motor Proficiency (BOT-2) y la escala de habilidades sociales de Goldstein, complementadas con observaciones sistem�ticas. La metodolog�a incluy� una muestra de 66 ni�os, evaluados antes y despu�s de la intervenci�n. Los resultados evidenciaron avances estad�sticamente significativos tanto en las habilidades motoras como en las sociales, indicando un efecto positivo del programa de intervenci�n f�sica estructurado. En el �mbito motor, un 27,3% de los ni�os pas� a un nivel alto de desempe�o en habilidades gruesas, mientras que un 37,9% mejor� notablemente en habilidades finas. En cuanto a las habilidades sociales, el porcentaje de estudiantes con un nivel alto de desarrollo aument� del 80.3% al 97%. En conclusi�n, la actividad f�sica se reconoce como una herramienta pedag�gica efectiva para el desarrollo integral de los ni�os, por lo que se recomienda su inclusi�n sistem�tica en el curr�culo escolar para optimizar sus beneficios educativos y sociales.

Palabras Clave: Actividad f�sica; Habilidades motoras; Desarrollo social; Educaci�n infantil; Programa de intervenci�n.

 

Abstract

This study examines how physical activity influences the development of motor and social skills in sixth-grade students at La Providencia Private School. It is assumed that physical activity not only promotes physical well-being but also enhances key social competencies such as cooperation and empathy. The primary objective was to evaluate the impact of a structured physical activity intervention program on the development of students' gross and fine motor skills, as well as their social skills. A mixed-method approach was applied, utilizing standardized tests such as the Bruininks-Oseretsky Test of Motor Proficiency (BOT-2) and the Goldstein Social Skills Scale, complemented by systematic observations. The methodology included a sample of 66 children, assessed before and after the intervention. The results showed statistically significant improvements in both motor and social skills, indicating a positive effect of the structured physical activity intervention program. In the motor skills area, 27.3% of children reached a high level of performance in gross skills, while 37.9% significantly improved in fine skills. Regarding social skills, the percentage of students with a high level of development increased from 80.3% to 97%. In conclusion, physical activity is recognized as an effective pedagogical tool for the comprehensive development of children, and therefore its systematic inclusion in the school curriculum is recommended to optimize its educational and social benefits.

Keywords: Physical activity; Motor skills; Social development; Early childhood education; Intervention program.

 

Resumo

Este estudo examina como a atividade f�sica influencia o desenvolvimento das compet�ncias motoras e sociais nos alunos do sexto ano da Escola Privada La Providencia. Sup�e-se que a atividade f�sica n�o s� promove o bem-estar f�sico, como tamb�m melhora compet�ncias sociais essenciais, como a coopera��o e a empatia. O objetivo principal foi avaliar o impacto de um programa estruturado de interven��o em atividade f�sica no desenvolvimento das compet�ncias motoras grossas e finas dos alunos, bem como das suas compet�ncias sociais. Foi aplicada uma abordagem de m�todo misto, utilizando testes padronizados como o Teste de Profici�ncia Motora de Bruininks-Oseretsky (BOT-2) e a Escala de Compet�ncias Sociais de Goldstein, complementados por observa��es sistem�ticas. A metodologia incluiu uma amostra de 66 crian�as, avaliadas antes e depois da interven��o. Os resultados mostraram melhorias estatisticamente significativas nas capacidades motoras e sociais, indicando um efeito positivo do programa estruturado de interven��o na atividade f�sica. Na �rea das compet�ncias motoras, 27,3% das crian�as atingiram um n�vel elevado de desempenho nas compet�ncias grossas, enquanto 37,9% melhoraram significativamente nas compet�ncias finas. Em rela��o �s compet�ncias sociais, a percentagem de alunos com um n�vel de desenvolvimento elevado aumentou de 80,3% para 97%. Em conclus�o, a actividade f�sica � reconhecida como uma ferramenta pedag�gica eficaz para o desenvolvimento integral das crian�as e, por isso, recomenda-se a sua inclus�o sistem�tica no curr�culo escolar para optimizar os seus benef�cios educativos e sociais.

Palavras-chave: Atividade f�sica; Habilidades motoras; Desenvolvimento social; Educa��o pr�-escolar; Programa de interven��o.

 

Introducci�n

El desarrollo infantil es un proceso integral influido por diversos factores que afectan las capacidades motoras, cognitivas y sociales de los ni�os. La actividad f�sica desempe�a un papel crucial al contribuir al bienestar f�sico, la adquisici�n de habilidades motoras esenciales y el fortalecimiento de competencias sociales. La pr�ctica de actividades f�sicas en entornos educativos ha demostrado ser una estrategia efectiva para potenciar el desarrollo infantil, promoviendo la interacci�n entre los ni�os, la cooperaci�n y la inclusi�n social. En este contexto, la presente investigaci�n se centra en analizar el impacto de las actividades f�sicas en el desarrollo de habilidades motoras y sociales en ni�os de sexto a�o de educaci�n b�sica de la Unidad Educativa Particular La Providencia.

Estudios previos han demostrado que la participaci�n en actividades f�sicas estructuradas y no estructuradas contribuye significativamente al desarrollo motor de los ni�os, fortaleciendo habilidades como el equilibrio, la coordinaci�n, la fuerza y la resistencia. Adem�s, se ha observado que el juego y la actividad f�sica favorecen la adquisici�n de habilidades sociales, promoviendo el trabajo en equipo, la resoluci�n de conflictos y la comunicaci�n efectiva. La literatura existente sugiere que la falta de actividad f�sica en la infancia puede estar asociada con problemas de salud, dificultades en la interacci�n social y un menor rendimiento acad�mico. Por ello, es fundamental implementar programas que incentiven el movimiento y la interacci�n entre los ni�os desde una edad temprana.

El objetivo de esta investigaci�n es analizar el impacto de la actividad f�sica en el desarrollo de habilidades motoras y sociales en estudiantes de sexto a�o de educaci�n b�sica. Para ello, se propone un estudio experimental con un enfoque mixto, combinando m�todos cuantitativos y cualitativos. A trav�s de la aplicaci�n de pruebas estandarizadas como el Bruininks-Oseretsky Test of Motor Proficiency (BOT-2) y la escala de habilidades sociales de Goldstein, se evaluar� el nivel de desarrollo motor y social de los ni�os antes y despu�s de la implementaci�n del programa de intervenci�n. Asimismo, se realizar�n observaciones sistem�ticas para analizar la din�mica de interacci�n y participaci�n en las actividades f�sicas.

El programa de intervenci�n estar� dise�ado para fomentar la participaci�n activa de los ni�os en actividades f�sicas adaptadas a sus edades y niveles de desarrollo. Se incluir�n ejercicios orientados a mejorar la motricidad gruesa y fina, as� como actividades grupales que promuevan la cooperaci�n, la empat�a y la resoluci�n de problemas. La recolecci�n de datos se realizar� en dos fases: antes y despu�s de la intervenci�n, permitiendo comparar los resultados y determinar el impacto de las actividades f�sicas en el desarrollo infantil.

Los hallazgos de esta investigaci�n podr�n contribuir al dise�o de estrategias pedag�gicas y pol�ticas educativas que incorporen la actividad f�sica como un elemento clave en el proceso de ense�anza-aprendizaje. Adem�s, permitir� evidenciar la importancia de la actividad f�sica no solo como un medio para mejorar la condici�n f�sica de los ni�os, sino tambi�n como una herramienta fundamental para el fortalecimiento de sus habilidades sociales y emocionales. En un contexto en el que el sedentarismo y el uso excesivo de dispositivos electr�nicos han reducido significativamente el nivel de actividad f�sica en la infancia, resulta esencial promover programas que incentiven el movimiento y la interacci�n social desde el entorno escolar.

En s�ntesis, esta investigaci�n busca proporcionar evidencia sobre la relevancia de la actividad f�sica en el desarrollo infantil y destacar la necesidad de su inclusi�n en los programas educativos. A trav�s del an�lisis de los resultados obtenidos, se podr� generar un modelo de intervenci�n replicable en otros contextos escolares, beneficiando a un mayor n�mero de ni�os y contribuyendo a su desarrollo integral. Fomentar una cultura de movimiento en la ni�ez no solo garantiza un crecimiento saludable, sino que tambi�n siembra las bases para una vida adulta activa y equilibrada. La educaci�n debe continuar asumiendo el reto de integrar la actividad f�sica como un pilar fundamental en la formaci�n de los ni�os, asegurando que cada paso, cada juego y cada interacci�n enriquezcan su desarrollo en todas sus dimensiones.

 

DESARROLLO / MARCO TE�RICO

Impacto de las Actividades F�sicas en el Desarrollo Infantil

Las actividades f�sicas desempe�an un papel fundamental en el desarrollo infantil, contribuyendo no solo al bienestar f�sico, sino tambi�n al desarrollo cognitivo, social y emocional de los ni�os. Investigaciones han demostrado que la participaci�n regular en actividades f�sicas mejora la capacidad cardiorrespiratoria, la fuerza muscular y la coordinaci�n motriz, facilitando el desarrollo de habilidades motoras esenciales para la vida diaria. Adem�s, la actividad f�sica mejora la salud mental, reduciendo el estr�s, la ansiedad y los s�ntomas de depresi�n en los ni�os (Schmutz et al., 2020).

En el �mbito educativo, se ha comprobado que los ni�os que participan en programas de ejercicio f�sico muestran un mejor desempe�o acad�mico debido a la mejora en la concentraci�n, la memoria y la capacidad de resoluci�n de problemas (Adank et al., 2021). Esto se debe a la activaci�n de procesos neurobiol�gicos que optimizan el aprendizaje y la retenci�n de informaci�n.

Asimismo, la actividad f�sica desempe�a un papel esencial en el desarrollo social de los ni�os. A trav�s del deporte y el juego activo, los ni�os aprenden a trabajar en equipo, a respetar normas y a desarrollar habilidades de comunicaci�n efectiva. Estudios han demostrado que la participaci�n en actividades deportivas favorece la autoestima y la autoconfianza, reduciendo la incidencia de problemas de conducta y promoviendo una mejor adaptaci�n social (Carcamo-Oyarzun et al., s.f.).

 

2. Desarrollo de Habilidades Motoras y Sociales a Trav�s de la Actividad F�sica

El desarrollo motor es un proceso fundamental en la infancia que permite a los ni�os interactuar con su entorno y participar en actividades que fomentan su crecimiento integral. Se distinguen dos tipos principales de habilidades motoras: la motricidad fina y la motricidad gruesa. La motricidad fina implica movimientos precisos de los m�sculos peque�os o manipular objetos peque�os, mientras que la motricidad gruesa abarca movimientos de los m�sculos grandes del cuerpo, como correr, saltar y lanzar (Lemberg et al., 2021).

La actividad f�sica no solo influye en el desarrollo motor, sino tambi�n en el desarrollo cognitivo y social. Juegos y ejercicios que requieren planificaci�n, estrategia y resoluci�n de problemas fortalecen las funciones ejecutivas del cerebro, lo que se traduce en un mejor rendimiento acad�mico y una mayor capacidad de toma de decisiones (Schmutz et al., 2020). Adem�s, la actividad f�sica contribuye al bienestar emocional de los ni�os al reducir el estr�s y mejorar su estado de �nimo mediante la liberaci�n de endorfinas y serotonina (Carcamo-Oyarzun et al., s.f.).

En el �mbito social, la actividad f�sica favorece el desarrollo de habilidades interpersonales como la cooperaci�n, el liderazgo y la empat�a. La participaci�n en deportes en equipo y juegos grupales ense�a a los ni�os la importancia del trabajo en equipo y la resoluci�n de conflictos de manera pac�fica. Investigaciones han demostrado que los ni�os que participan regularmente en actividades f�sicas tienden a tener mejores relaciones interpersonales y una mayor integraci�n en su comunidad escolar y social (Weiss, 2020).

3. Importancia de la Intervenci�n Temprana y su Impacto a Largo Plazo

La intervenci�n temprana en la promoci�n de la actividad f�sica es crucial para garantizar un desarrollo �ptimo en la infancia y la adolescencia. Estudios han demostrado que los ni�os que adquieren h�bitos de ejercicio desde edades tempranas tienen una mayor probabilidad de mantener un estilo de vida activo en la adultez, lo que contribuye a la prevenci�n de enfermedades cr�nicas como la obesidad, la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares (Torrendell, 2020).

Los programas de actividad f�sica en la infancia deben ser dise�ados para fomentar el inter�s y la participaci�n de los ni�os de manera l�dica y educativa. Estrategias como la inclusi�n de juegos interactivos, deportes adaptados a la edad y actividades recreativas al aire libre han demostrado ser efectivas para mantener la motivaci�n y la adherencia a la pr�ctica deportiva (Martinek et al., 2019). Adem�s, la incorporaci�n de la actividad f�sica en el entorno escolar es fundamental para garantizar que todos los ni�os tengan acceso a oportunidades de movimiento y ejercicio.

A largo plazo, los beneficios de la actividad f�sica en la infancia se reflejan en un mejor desempe�o acad�mico, una mayor estabilidad emocional y una mejor calidad de vida. Los h�bitos adquiridos en la ni�ez tienen un impacto duradero en la salud f�sica y mental de los individuos, reduciendo el riesgo de enfermedades y promoviendo un estilo de vida saludable. Investigaciones han demostrado que los ni�os que participan en actividades f�sicas desde una edad temprana tienen mayores probabilidades de ser adultos activos y saludables (Pullen et al., 2022).

El papel de la familia y la comunidad es fundamental en la promoci�n de la actividad f�sica infantil. Los ni�os cuyos padres fomentan un estilo de vida activo y participan en actividades f�sicas con ellos presentan un mejor desarrollo motor, social y emocional. La colaboraci�n entre padres, educadores y profesionales de la salud es clave para garantizar que los ni�os reciban el apoyo necesario para desarrollar h�bitos saludables y sostenibles a lo largo de su vida (Sansi et al., 2021).

 

METODOLOG�A

Esta investigaci�n experimental tuvo un enfoque cualitativo y cuantitativo para analizar el efecto de las actividades f�sicas en el desarrollo de habilidades motoras y sociales en ni�os de 10 a 11 a�os. Para ello, se emple� un dise�o de investigaci�n mixto, en el que se combin� la recopilaci�n de datos cuantitativos mediante evaluaciones estandarizadas con la recolecci�n de informaci�n cualitativa a trav�s de entrevistas y observaciones.

La muestra se compuso de 66 ni�os de la Unidad Educativa Particular La Providencia, quienes fueron seleccionados con la colaboraci�n de los docentes y orientadores del plantel educativo. Se aplic� un muestreo estratificado, tomando en cuenta variables como edad y g�nero, con el fin de asegurar una representaci�n equitativa y diversa de los diferentes niveles de desarrollo dentro del grupo escolar.Para la evaluaci�n de las habilidades motoras se utiliz� el test estandarizado Bruininks-Oseretsky Test of Motor Proficiency (BOT-2), mientras que las habilidades sociales fueron medidas mediante la escala de habilidades sociales de Goldstein et al. y la observaci�n sistem�tica del comportamiento de los ni�os durante la realizaci�n de actividades f�sicas grupales.

En cuanto a la intervenci�n, se dise�� un conjunto de actividades f�sicas estructuradas y no estructuradas, adaptadas a la edad y capacidades de los participantes, con el objetivo de mejorar sus habilidades motoras al mismo tiempo que se fomentaba el trabajo colaborativo, la resoluci�n de problemas y la empat�a.La recolecci�n de datos se dividi� en dos fases: pre-intervenci�n y post-intervenci�n. En la primera fase, se aplicaron las pruebas de evaluaci�n tanto en el �mbito motor como social para establecer un punto de referencia inicial. Posteriormente, tras la implementaci�n de las actividades f�sicas planificadas en un entorno de clase, se repiti� la evaluaci�n para determinar si se hab�an producido mejoras en las habilidades de los participantes.

Para el an�lisis de los datos, se emplearon m�todos estad�sticos que permitieron comparar los resultados obtenidos antes y despu�s de la intervenci�n, identificando posibles mejoras significativas en las habilidades motoras y sociales. De manera complementaria, se realiz� un an�lisis cualitativo de las observaciones y entrevistas, con el fin de obtener una comprensi�n m�s profunda de las experiencias de los ni�os y su percepci�n sobre las actividades realizadas. Finalmente, se garantiz� la confidencialidad de la informaci�n y se obtuvo el consentimiento informado de los padres o tutores de los participantes, cumpliendo con los principios �ticos de la investigaci�n en menores de edad.

 

RESULTADOS

La recolecci�n de datos se realiz� en dos momentos: antes y despu�s de la intervenci�n, mediante pruebas estandarizadas para evaluar el desarrollo de habilidades motoras y sociales en los participantes. Dado que el enfoque de esta investigaci�n es tanto cualitativo como cuantitativo, orientado a evaluar el impacto de las actividades f�sicas en las habilidades motoras y sociales de los ni�os, resulta pertinente recordar la hip�tesis que guio este estudio: la implementaci�n de un programa de actividades f�sicas estructuradas y no estructuradas mejora significativamente el desarrollo de habilidades motoras y sociales en ni�os de entre 10 y 11 a�os. Con este pre�mbulo y tras realizar un an�lisis comparativo de los resultados obtenidos en las fases de pre-test y post-test, se identificaron diferencias significativas en las puntuaciones de las pruebas aplicadas, lo que permite verificar la relaci�n entre la intervenci�n realizada y la mejora observada en los participantes. A continuaci�n, se detallan los principales resultados obtenidos en la investigaci�n.

Para evaluar las habilidades motoras de los ni�os antes y despu�s de la intervenci�n, se aplic� un pre-test y un post-test, ambos estructurados en 16 preguntas. Las preguntas se dividieron en dos categor�as: 8 para habilidades motoras gruesas y 8 para habilidades motoras finas. Cada pregunta se calific� utilizando una escala de Likert con valores de: 0 (Nunca/No puede realizar la actividad), 1 (Con dificultad), 2 (A veces, con algo de ayuda), 3 (Con �xito la mayor�a de las veces) y 4 (Siempre/Excelente control). De esta manera, cada categor�a sumaba un m�ximo de 40 puntos, permitiendo clasificar el desempe�o motor de los participantes en cuatro niveles:

• 0 a 10 puntos: Dificultad significativa en el desarrollo motor.
• 11 a 20 puntos: Desempe�o bajo, necesita mejoras.
• 21 a 30 puntos: Desempe�o moderado, habilidades en desarrollo.
• 31 a 40 puntos: Desempe�o alto, excelente control motor.

 

Resultados del Pre-Test

El pre-test permiti� evaluar el estado inicial de las habilidades motoras (gruesa y fina) de los participantes. Los resultados obtenidos reflejan que la mayor�a de los ni�os presentaban un desempe�o moderado, aunque un peque�o porcentaje mostr� dificultades en su desarrollo motor.

 

Desempe�o en Habilidades Motoras Gruesas

En la evaluaci�n de las habilidades motoras gruesas, que miden la coordinaci�n de movimientos amplios y el control del cuerpo en actividades como saltar, correr y lanzar objetos, se obtuvo lo siguiente:

• 56 ni�os (84.8%) lograron una puntuaci�n entre 21 y 30 puntos, lo que indica un desempe�o moderado con habilidades a�n en desarrollo.
• 10 ni�os (15.2%) obtuvieron entre 11 y 20 puntos, reflejando un desempe�o bajo, lo que sugiere la necesidad de refuerzo en estas habilidades.

Fuente: Elaboraci�n Propia

 

Desempe�o en Habilidades Motoras Finas

En cuanto a las habilidades motoras finas, que involucran el control y precisi�n de movimientos peque�os como escribir, recortar o manipular objetos peque�os, se identificaron los siguientes resultados:

• 64 ni�os (97.0%) obtuvieron una puntuaci�n entre 21 y 30 puntos, lo que indica que la mayor�a pose�a un desempe�o moderado, con habilidades en proceso de desarrollo.
• 2 ni�os (3.0%) alcanzaron entre 11 y 20 puntos, mostrando un desempe�o bajo, lo que sugiere dificultades en el control y coordinaci�n de movimientos finos.

Fuente: Elaboraci�n Propia

 

Resultados del Post-Test

Tras la intervenci�n, los resultados reflejaron una mejora significativa en ambas categor�as de habilidades motoras, evidenciando el impacto positivo de las actividades implementadas.

Habilidades Motoras Gruesas

Los puntajes obtenidos en esta categor�a muestran una evoluci�n positiva:

• 48 ni�os (72.7%) mantuvieron una puntuaci�n entre 21 y 30 puntos, indicando que la mayor�a continu� en un nivel de desempe�o moderado.
• 18 ni�os (27.3%) lograron avanzar al nivel m�s alto, obteniendo entre 31 y 40 puntos, lo que demuestra una notable mejora en el control motor.

Fuente: Elaboraci�n propia

Habilidades Motoras Finas

Los resultados tambi�n reflejan un progreso significativo en el desarrollo del control motor fino:

• 41 ni�os (62.1%) permanecieron en el rango de 21 a 30 puntos, indicando que a�n se encuentran en proceso de consolidaci�n de sus habilidades motoras finas.
• 25 ni�os (37.9%) avanzaron al nivel m�s alto, obteniendo entre 31 y 40 puntos, lo que sugiere un excelente control motor y precisi�n en los movimientos.

Fuente: Elaboraci�n propia

Analisis entre el Pre y Post test

Los resultados obtenidos muestran una mejora significativa en el desempe�o motor de los ni�os tras la intervenci�n, especialmente en su capacidad para pasar de un nivel moderado a un nivel alto de habilidades. En el �rea de habilidades motoras gruesas, un 27.3% de los ni�os logr� ascender a la categor�a m�s alta, lo que sugiere que la intervenci�n tuvo un impacto positivo en el desarrollo de la coordinaci�n y la fuerza f�sica, aspectos esenciales en el dominio de habilidades motoras gruesas.

Por otro lado, en habilidades motoras finas, un 37.9% de los ni�os alcanz� el nivel m�s alto tras la intervenci�n, lo que indica un progreso notable en la precisi�n y control de movimientos peque�os, como los necesarios para tareas como escribir o manipular objetos peque�os. Esta diferencia en las mejoras entre las habilidades motoras gruesas y finas sugiere que la intervenci�n pudo haber tenido un efecto m�s inmediato en las destrezas motoras finas, aunque tambi�n mostr� resultados positivos en el desarrollo de las motoras gruesas. Ambos avances resaltan la efectividad del programa para optimizar las habilidades motoras de los ni�os en diversas �reas.

Para evaluar el desarrollo de habilidades sociales en los participantes, se aplic� una encuesta antes (pre-test) y despu�s (post-test) de la intervenci�n. La encuesta estaba conformada por 12 preguntas con una escala de Likert de 1 a 5, sumando un m�ximo de 60 puntos. La interpretaci�n de los resultados se realiz� con la siguiente clasificaci�n (Figura 4):

Figura 4:

Fuente: Elaboraci�n propia. 40 a 60 puntos: Muy buen desarrollo de habilidades sociales. 25 a 39 puntos: Buen desarrollo de habilidades sociales, pero con �reas de mejora. 12 a 24 puntos: Desarrollo de habilidades sociales por debajo del promedio, con necesidad de trabajo en estas �reas.

An�lisis del Pre-Test

Antes de la implementaci�n de la intervenci�n, se realiz� una evaluaci�n inicial con el prop�sito de medir el nivel de desarrollo de habilidades sociales en los participantes. Esta evaluaci�n permiti� establecer una l�nea base sobre la cual se podr�an contrastar los cambios observados posteriormente.

Los resultados obtenidos reflejan que la mayor�a de los participantes lograron puntuaciones dentro del rango superior de la escala de medici�n. En este sentido, un total de 53 personas, lo que representa el 80.3% del total de evaluados, obtuvo puntajes comprendidos entre 40 y 60 puntos (Figura 5). Esta puntuaci�n sugiere que estos individuos demostraban un muy buen desarrollo de habilidades sociales, evidenciando una capacidad adecuada para interactuar con los dem�s, comunicarse de manera efectiva y desenvolverse en distintos entornos sociales.

Por otro lado, un grupo de 13 personas, equivalente al 19.7% de los participantes, obtuvo puntuaciones que oscilaron entre 25 y 39 puntos (Figura 5). Aunque estos resultados indican que los individuos en este grupo presentan un buen desarrollo de habilidades sociales, tambi�n sugieren que a�n existen ciertas �reas que podr�an beneficiarse de un refuerzo o mejora. Este hallazgo es relevante, ya que permite identificar a los participantes que, si bien poseen habilidades sociales funcionales, podr�an fortalecerlas a trav�s de estrategias espec�ficas que fomenten una mayor confianza y competencia en su interacci�n con los dem�s.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Figura 5:

Fuente: Elaboraci�n propia

An�lisis del Post-Test

Una vez aplicada la intervenci�n, se procedi� a realizar una nueva evaluaci�n con el prop�sito de analizar los cambios experimentados en el desarrollo de habilidades sociales por parte de los participantes. Este post-test permiti� determinar en qu� medida la estrategia implementada influy� en el fortalecimiento de estas competencias, comparando los resultados obtenidos con los de la medici�n inicial.

Los datos obtenidos reflejan una transformaci�n positiva en la mayor�a de los participantes. Un total de 64 personas, lo que representa el 97% del total evaluado, lograron ubicarse en el rango de 40 a 60 puntos (figura 6). Este incremento sugiere que, tras la intervenci�n, casi la totalidad de los individuos evaluados demostraron un muy buen desarrollo de habilidades sociales, evidenciando mejoras en aspectos clave como la interacci�n con otras personas, la comunicaci�n asertiva y la adaptaci�n a diversos entornos sociales.

En contraste, el grupo de participantes que permaneci� en la categor�a de 25 a 39 puntos, correspondiente a aquellos con un buen desarrollo de habilidades sociales, pero con �reas que requieren mejora, se redujo de manera significativa. En esta ocasi�n, solo 3 personas, equivalentes al 3% del total (figura 6), se mantuvieron en este rango. Esta reducci�n indica que la gran mayor�a de los individuos que inicialmente presentaban ciertas dificultades o �reas susceptibles de mejora lograron fortalecer sus habilidades interpersonales, lo que sugiere un impacto favorable de la intervenci�n aplicada.

Figura 6:

Fuente: Elaboraci�n propia

Comparaci�n entre Pre y Post-Test

Los datos obtenidos muestran una evoluci�n significativa en la cantidad de participantes que lograron desarrollar de manera �ptima sus habilidades sociales. En la evaluaci�n inicial, el 80.3% de los participantes alcanz� una puntuaci�n entre 40 y 60 puntos, lo que indica un muy buen desarrollo en esta �rea. Sin embargo, tras la intervenci�n, este porcentaje se elev� al 97% (figura 7), evidenciando un incremento sustancial en el n�mero de individuos que consolidaron sus habilidades interpersonales.

Por otro lado, el grupo que en el pre-test se encontraba en la categor�a de buen desarrollo de habilidades sociales, pero con �reas de mejora, es decir, aquellos que obtuvieron entre 25 y 39 puntos, se redujo considerablemente. En la medici�n inicial, este grupo representaba el 19.7% del total de participantes, mientras que en la evaluaci�n posterior su proporci�n descendi� hasta el 3% (figura 7), reflejando que la mayor�a de los individuos que presentaban �reas susceptibles de mejora lograron avances significativos tras la aplicaci�n del programa.

Figura 7:

Fuente: Elaboraci�n propia. Estos datos sugieren que el programa implementado tuvo un impacto positivo en los participantes, favoreciendo el desarrollo de sus habilidades sociales.

Resultados de la Prueba t de Student para Muestras Pareadas

Para evaluar de manera objetiva si la mejora observada en las puntuaciones del post-test fue producto del efecto de la intervenci�n y no de la variabilidad natural de los datos, se recurri� al an�lisis estad�stico mediante la prueba t de Student para muestras pareadas.

Dado que la evaluaci�n de habilidades sociales se realiz� en dos momentos distintos, antes y despu�s de la intervenci�n, la prueba t permiti� verificar si los cambios en las puntuaciones pod�an atribuirse al programa implementado o si, por el contrario, podr�an haber ocurrido por azar. Para ello, se analizaron las medias y la variabilidad de los datos en cada medici�n.

Los resultados obtenidos fueron los siguientes:

• Media del Pre-test: 48.05
• Desviaci�n est�ndar del Pre-test: 7.94
• Media del Post-test: 50.77
• Desviaci�n est�ndar del Post-test: 7.74
• Diferencia de medias: 2.73

Al aplicar la prueba t de Student, se obtuvo un estad�stico t de -49.37 y un valor p de 2.96 � 10⁻⁵�, lo cual es extremadamente peque�o.

Figura 8:

Fuente: Elaboraci�n propia. En el histograma se muestra la distribuci�n de las evaluaciones antes y despu�s de la intervenci�n. Las barras en azul representan el Pre-Test y las barras en rojo representan el Post-Test. Las l�neas punteadas indican los medios correspondientes para cada evaluaci�n. Se puede observar c�mo la distribuci�n de las evaluaciones se desplaz� hacia la derecha tras la intervenci�n, lo que sugiere una mejora general en las habilidades sociales de los participantes.

 

El valor p obtenido es considerablemente menor que el umbral convencional de 0.05, lo que indica que la diferencia entre las puntuaciones del pre-test y post-test no es fruto del azar, sino que es estad�sticamente significativa. En otras palabras, los datos respaldan la hip�tesis de que la intervenci�n aplicada tuvo un impacto positivo en el desarrollo de habilidades sociales de los participantes.

Este hallazgo sugiere que el programa implementado logr� mejorar las competencias interpersonales de los evaluados, fortaleciendo su capacidad para interactuar de manera efectiva en diferentes contextos sociales. Adem�s, la reducci�n en la variabilidad de los puntajes despu�s de la intervenci�n (evidenciada en la ligera disminuci�n de la desviaci�n est�ndar) podr�a indicar que la estrategia aplicada no solo benefici� a la mayor�a de los participantes, sino que tambi�n contribuy� a una mayor homogeneidad en los niveles de desarrollo de habilidades sociales dentro del grupo.

 

CONCLUSIONES

En conclusi�n, las actividades f�sicas han tenido un impacto significativo y positivo en el desarrollo de las habilidades motoras y sociales en ni�os de sexto a�o de educaci�n b�sica de la Unidad. A lo largo de esta investigaci�n, se evidencia que la participaci�n en un programa de intervenci�n f�sica no solo mejora la motricidad gruesa y fina de los estudiantes, sino que tambi�n fortalece competencias sociales esenciales, como la cooperaci�n, la comunicaci�n efectiva y la empat�a.

El enfoque metodol�gico mixto permiti� obtener una visi�n integral del progreso de los estudiantes, mostrando que un entorno educativo activo y din�mico favorece tanto el rendimiento f�sico como el bienestar social y emocional de los ni�os. Los resultados obtenidos refuerzan la importancia de integrar programas de actividad f�sica en el curr�culo escolar, considerando que el movimiento no solo contribuye al desarrollo f�sico, sino que act�a como una herramienta pedag�gica poderosa para el aprendizaje social y la inclusi�n.

En un contexto marcado por el sedentarismo y el uso excesivo de tecnolog�as, esta investigaci�n aporta evidencia valiosa para dise�ar estrategias educativas que promuevan un aprendizaje integral. Se recomienda continuar estas iniciativas, adapt�ndolas a diferentes niveles educativos y contextos escolares, para fomentar una cultura de movimiento y socializaci�n sostenible a lo largo de la vida de los estudiantes.

 

 

 

 

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