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El derecho a la multiculturalidad en la educaci�n

 

The right to multiculturalism in education

 

O direito ao multiculturalismo na educa��o

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Correspondencia: gaston.correan@ug.edu.ec

 

 

Ciencias Sociales y Pol�ticas

Art�culo de Investigaci�n

 

 

* Recibido: 07 de abril de 2025 *Aceptado: 14 de mayo de 2025 * Publicado: �27 de junio de 2025

 

        I.            Abogado, Magister, Docente de la Universidad de Guayaquil UG, Ecuador.

Resumen

En cuanto al derecho a la multiculturalidad en la educaci�n del Ecuador, es importe referir que al tartar sobre identidad cultural y derechos conexos, tenemos varias aristas para el an�lisis, no en vano tenemos incluso un vocablo en la gram�tica que identifica esta cuesti�n �etnocentrismo� pero la clave es c�mo potenciar la cultura, c�mo hacer que esa u otras culturas puedan conectarse y relacionarse y convivir de forma pac�fica y que no sean vistos �los otros� como extra�os que quieren prevalecer los unos sobre los otros como sucedi� en la �poca de la �colonizaci�n�� espa�ola, que signific� saqueo, limpieza �tnica, y otras atrocidades.

En el Ecuador, la preservaci�n y construcci�n de la identidad cultural se alcanza cuando se reconoce la diversidad cultural como derecho, y de hecho as� sucedi� en la constituci�n �ltima promulgada en el a�o 2008, en la que el Estado ecuatoriano reconoci� incluso que existe en el territorio �diversas nacionalidades� ind�genas por ejemplo, otorg�ndoles espacio de discusi�n, esca�os en el parlamento, participaci�n popular y hasta su propio sistema de justicia atendiendo a su cosmovisi�n; lo cual est� correcto, ya que nos identifica como incluyentes como naci�n y sociedad.

Palabras claves: Multiculturalidad; inclusi�n; discriminaci�n; derecho.

 

Abstract

Regarding the right to multiculturalism in Ecuadorian education, it is important to note that when dealing with cultural identity and related rights, we have several angles for analysis. Not surprisingly, we even have a word in grammar that identifies this issue: "ethnocentrism." However, the key is how to empower culture, how to ensure that this or other cultures can connect, relate, and coexist peacefully, so that "the others" are not seen as strangers seeking to prevail over one another, as happened during the era of Spanish "colonization," which entailed looting, ethnic cleansing, and other atrocities. In Ecuador, the preservation and construction of cultural identity is achieved when cultural diversity is recognized as a right. This was indeed the case in the most recent constitution, promulgated in 2008. In this constitution, the Ecuadorian State even recognized the existence of "diverse nationalities" within the territory�indigenous peoples, for example�granting them space for discussion, seats in parliament, popular participation, and even their own justice system, based on their worldview. This is correct, as it identifies us as inclusive as a nation and society.

Keywords: Multiculturalism; inclusion; discrimination; right.

 

Resumo

Em rela��o ao direito ao multiculturalismo na educa��o equatoriana, � importante observar que, ao lidar com a identidade cultural e os direitos conexos, temos v�rios �ngulos de an�lise. N�o � de surpreender que tenhamos at� uma palavra gramatical que identifica essa quest�o: "etnocentrismo". No entanto, a chave est� em como fortalecer a cultura, como garantir que esta ou outras culturas possam se conectar, se relacionar e coexistir pacificamente, para que "os outros" n�o sejam vistos como estranhos buscando prevalecer uns sobre os outros, como aconteceu durante a era da "coloniza��o" espanhola, que implicou em saques, limpeza �tnica e outras atrocidades. No Equador, a preserva��o e a constru��o da identidade cultural s�o alcan�adas quando a diversidade cultural � reconhecida como um direito. Esse foi, de fato, o caso na constitui��o mais recente, promulgada em 2008. Nessa constitui��o, o Estado equatoriano chegou a reconhecer a exist�ncia de "nacionalidades diversas" dentro do territ�rio � povos ind�genas, por exemplo �, concedendo-lhes espa�o para discuss�o, assentos no parlamento, participa��o popular e at� mesmo um sistema de justi�a pr�prio, baseado em sua vis�o de mundo. Isso est� correto, pois nos identifica como na��o e sociedade inclusivas.

Palavras-chave: Multiculturalismo; inclus�o; discrimina��o; direito.

 

Introducci�n

Al respecto, en cuanto a la diversidad como integraci�n de diferentes culturas, estamos inevitablemente inmersos con la globalizaci�n, cono lo define el Premio Nobel de Econom�a Stigliz (2002:34) citado por Garc�a (2007:17) como una:

Integraci�n m�s estrecha de los pa�ses y de los pueblos del mundo, producida por la enorme reducci�n de los costes del transporte y comunicaci�n, y el desmantelamiento de las barreras artificiales a los flujos de bienes, servicios, capitales, conocimientos y (en menor grado) personas a trav�s de las fronteras. Estamos por tanto ante una desaparici�n de las limitaciones f�sicas que impon�a la distancia y de las limitaciones comunicativas que impon�a la cultura.

 

Y esta interacci�n en globalizaci�n no lleva adoptar mecanismos - en el �mbito educativo � que permita a los educandos interrelacionarse empezando por ejemplo con el idioma, herramientas tecnol�gicas y docentes debidamente formados para asumir estos nuevos retos tecno-educativos.

De igual forma, en los planes educativos de las instituciones, se debe promover abiertamente eliminar el racismo, los prejuicios y la intolerancia; lo cual redundar� en una �Convivencia social que se apoya en el respeto mutuo y la aceptaci�n de unas normas comunes� (Salazar, 2009:23).

El modelo educativo ser� intercultural; siempre cuando se �respeta la diversidad cultural y promueve la comunicaci�n y el di�logo entre grupos culturales diversos. Es para todos los alumnos. Prima la solidaridad y reciprocidad entre culturas.� (S�nchez, 2011:40).

�La atenci�n de las necesidades educativas especiales en el marco de la diversidad, implica el reconocimiento a la diferencia y, por ende, la necesidad de favorecer acciones que permitan la generaci�n de condiciones de equidad, de solidaridad, y de justicia, en el marco del respeto a la Dignidad de la Persona Humana, para todos los ni�os y j�venes, para �esa� persona y para �tal� persona�. Dadami, (2013, p. 24).

�La escuela debe ser el espacio en el cual, el educando: Aprende a conocer y a saber; Aprende a vivir valores y virtudes;� Aprende a convivir junto con los dem�s;� Aprende a ser;� Aprende a Aprender y a Pensar�. (Dadami, 2013, p. 28)

�la diversidad cultural y promueve la comunicaci�n y el di�logo entre grupos culturales diversos. Es para todos los alumnos. Prima la solidaridad y reciprocidad entre culturas.� (S�nchez, 2011:40); y para ello es importante tomar en cuenta:

En la escuela no se debe s�lo ense�ar respeto, solidaridad, convivencia, justicia, democracia, moral; sino que se ha de educar en el respeto, en la justicia, en la moral, en la democracia, en la convivencia, en la trascendencia. De igual modo, los valores no s�lo se ense�an, sino que se viven y se practican. �Es este el valor moral de los valores.� (Dadami, 2013, p. 30).

Definitivamente es importante resaltar que �para la construcci�n de una sociedad m�s incluyente que vea en las manifestaciones culturales no meros elementos de folklor, superstici�n o magia, sino saberes con potencialidad de movilizarse para la resoluci�n de problemas sociales� (Gonz�lez, 2007, p. 248);

Schunk, D.H. (2012), describe ampliamente el �cognitivo social� y el �procesamiento de la informaci�n�; en la que el aprendizaje humano, opera y se desarrolla en un entorno social, donde existe una interacci�n entre personas, conductas y ambiente.� Adem�s se determina que el aprendizaje puede generarse dos v�as: a) de forma activa que se refiere el �hacer real� y b) de forma vicaria, mediante la �observaci�n del desempe�o de modelos�; lo que nos lleva a la teor�a de la imitaci�n que forma parte de uno de los esquemas de aprendizaje, por ejemplo el aprendizaje de habilidades motoras: consistente en la construcci�n de un modelo mental; como por ejemplo, cuando se observa jugadores de tenis, los individuos construyen un modelo mental de actividades como sacar, bolear y golpear de rev�s.

En el Constructivismo social: �el conocimiento se adquiere, seg�n la ley de doble formaci�n, primero a nivel intermental y posteriormente a nivel intrapsicol�gico, de esta manera el factor social juega un papel determinante en la construcci�n del conocimiento� (Serrano y Pons, 2011:8). No obstante, teor�as cognitivas: Seg�n Jean Piaget el conocimiento es individual y �ste �tiene lugar en la mente de las personas que es donde se encuentran almacenadas sus representaciones del mundo.� (Serrano y Pons, 2011). David Ausubel establece que en el aprendizaje significativo �lo fundamental es conocer las ideas previas de los estudiantes.� (Ortiz, 2013:33). Reuven Feuerstein establece: �el aprendizaje se puede mediar y que el mediador desempe�a un papel fundamental en este proceso� (Ortiz, 2013:52).

Rousseau (1778:171) citado por Garc�a (2007:28),� estableci� que �el acto instruccional debe girar en torno al estudiante, as� como las estrategias que se apliquen, que deben adaptarse a las caracter�sticas psicol�gicas de los alumnos, propiciando al mismo tiempo la participaci�n activa de �ste en su proceso formativo�.

De igual forma rescato el hecho de que �La creaci�n de una cultura centrada en el aprendizaje de los alumnos requiere: promover la cooperaci�n y cohesi�n entre el profesorado, un sentido del trabajo bien hecho, desarrollar comprensiones y visiones de lo que se quiere conseguir� (Waters, Marzano y McNulty, 2003, citado en Bol�var, 2010).

�La atenci�n de las necesidades educativas especiales en el marco de la diversidad, implica el reconocimiento a la diferencia y, por ende, la necesidad de favorecer acciones que permitan la generaci�n de condiciones de equidad, de solidaridad, y de justicia, en el marco del respeto a la Dignidad de la Persona Humana, para todos los ni�os y j�venes, para �esa� persona y para �tal� persona�. Dadami, (2013, p. 24).

Al partir de este presupuesto, estamos promoviendo en general el respecto, la diversidad y una convivencia arm�nica en el �mbito educativo, por ello es que se debe ense�ar a los educandos �respeto, justicia, moral, democracia, convivencia� (Dadami, 2013:25) dejando atr�s la educaci�n tradicional y la educaci�n bancaria donde los alumnos se convierten en �vasijas� que deben se llenadas con ideas, conceptos de lo que el educador les transmita, sin poder los educandos tener la posibilidad de analizar, discutir o repensar la informaci�n recibida.

Tomando en cuenta la educaci�n en valores y atenci�n a la diversidad se lograr� asimilar que �La escuela debe ser el espacio en el cual, el educando:� Aprende a conocer y a saber;� Aprende a vivir valores y virtudes;� Aprende a convivir junto con los dem�s;� Aprende a ser;� Aprende a Aprender y a Pensar�. (Dadami, 2013, p. 28) y no� solo el hecho de conseguir un t�tulo o certificado de aprobaci�n de un nivel educativo.

En lo que respecta a la fe y justicia, �esta es una nueva manera de presentar nuestra misi�n. Si somos docentes, entonces la fe y la justicia deben estar basadas en la investigaci�n, el estudio, y la responsabilidad como personas acad�micas� (Dadami, 2013, p. 31), y no en preceptos religiosos que si bien es cierto, sirven de base para educar en valores en ciertos casos, no es el objetivo en el �mbito educativo formar en ideolog�as religiosas a los educandos; puesto que esto debe estar reservado al espacio exclusivamente familiar; no obstante de que exista y se promueva el debido respeto a la diversidad cultural y religiosa en las aulas de clase.

Inevitablemente la sociedad debe estar inmersa en una educaci�n intercultural; de tal forma que en el futuro mediato podamos evidenciar que se respeta: �la diversidad cultural y promueve la comunicaci�n y el di�logo entre grupos culturales diversos. Es para todos los alumnos. Prima la solidaridad y reciprocidad entre culturas.� (S�nchez, 2011:40); y para ello es importante tomar en cuenta:

En la escuela no se debe s�lo ense�ar respeto, solidaridad, convivencia, justicia, democracia, moral; sino que se ha de educar en el respeto, en la justicia, en la moral, en la democracia, en la convivencia, en la trascendencia. De igual modo, los valores no s�lo se ense�an, sino que se viven y se practican. �Es este el valor moral de los valores.� (Dadami, 2013, p. 30).

En las escuelas (especialmente las rurales) se debe transformar la educaci�n a fin de que se logre un desarrollo integral de los educandos, basado en valores, de respeto a los dem�s, de contacto con la naturaleza propiciando un desarrollo sustentable, ense�ando a los ni�os a hablar en p�blico, a tener actitud cr�tica, trabajar en equipo y gestionar sus emociones. Para ello, los docentes deben estar preparados para dicho fin, aplicando adem�s nuevas formas de aprendizaje (si es que asimilados el hecho de que el aprendizaje se construye), utilizando las TIC en su desempe�o diario y nuevas formas de presentar a los educandos la informaci�n para razonarla y comprenderla, aceptando la diversidad y las diferencias entre sus educandos; as� como el respetando a su dignidad.

Si el objetivo es ser incluyentes y diversos en un contexto socio-educativo-cultural, se debe dise�ar programas educativos que permitan a los educandos de distintos sectores acceder a un espacio laboral, donde las diferentes culturas, razas, etnias, puedan mejorar la situaci�n y desarrollo socio-econ�mico, donde se pueda en definitiva hacer realidad el �Sumak Kawsay� definido como plenitud de la vida o el buen vivir.

Ahora, a todo esto, caben ciertas interrogantes a saber; tales como: �El conflicto conlleva necesariamente consecuencias negativas? 

En mi experiencia no, pero depender� de la actitud de los involucrados en el conflicto. Considero que todo conflicto es una oportunidad para un mejor entendimiento.

�Se debe evitar o gestionar el conflicto en cualquier �mbito? Considero que evitarlo, si; pero una vez suscitado, se debe abordar para evitar el escalonamiento del conflicto.

�Cu�les son algunas maneras de gestionar el conflicto en el aula educativa para transformarlo en un proceso de convivencia y enriquecimiento intercultural? Considero que una forma de gestionarlo podr�a ser el convocar a las partes a una reuni�n privada y conocer los intereses, frustraciones y anhelos, promoviendo con mucha paciencia el respeto, la idiosincrasia y la diversidad cultural. Adem�s, hay que considerar lo que plantea Marc Prensky, �los ni�os y ni�as de hoy no solo necesitan que lo que aprendan sea relevante, si no que sea real, que tenga una aplicaci�n fuera de la escuela y que pueda ser empleado de manera inmediata en situaciones reales� (Prensky, 2011, citado en Ortiz. 2012, p. 142)

Con base en el texto �comunidades interculturales democr�ticas� en lo referente a la formaci�n del docente intercultural, encontramos dos ejes tem�ticos a saber:� del sujeto y del contexto; siendo el �eje del sujeto� lo que ata�e a� preparar al docente en diversidad cultural e intercultural tomando como punto de partida las necesidades del individuo seg�n consideraciones de Andr�s Escarbajal, se ha tomado en cuenta tres documentos: �Directrices de la UNESCO�, �What Works in Migrant Education� y �Las competencias interculturales seg�n la UNESCO� (2016, p. 129); para ello, la UNESCO ha determinado varias directrices; entre ellas:

La educaci�n intercultural respeta la identidad cultural del educando impartiendo a todos una educaci�n de calidad que se adec�e y adapte a su cultura. La educaci�n intercultural ense�a a cada educando los conocimientos, las actitudes y las competencias culturales necesarias para que pueda participar plena y activamente en la sociedad. La educaci�n intercultural ense�a a todos los educandos los conocimientos, actitudes y las competencias culturales que les permiten contribuir al respeto, el entendimiento y la solidaridad entre individuos, entre grupos �tnicos, sociales, culturales y religiosos y entre naciones. La educaci�n intercultural ense�a a cada educando los conocimientos, las actitudes y las competencias culturales necesarias para que pueda participar plena y activamente en la sociedad. La educaci�n intercultural ense�a a todos los educandos los conocimientos, actitudes y las competencias culturales que les permiten contribuir al respeto, el entendimiento y la solidaridad entre individuos, entre grupos �tnicos, sociales, culturales y religiosos y entre naciones (Escarbajal, 2016, p. 128-129)

Adem�s, las propuestas est�n dirigidas en atender las necesidades sociales de las personas a quienes los profesionales �formados� van a dirigir su actuaci�n profesional; y no en aspectos meramente acad�micos; puesto que �en el �mbito educativo, la diversidad cultural de la sociedad se refleja en las aulas y, hoy por hoy, es una de las variables que tiene influencia crucial en la convivencia del centro educativo�. (Fern�ndez y Aguilar, 2016, p. 754).

Seg�n la UNESCO, respecto de las competencias interculturales, se reconoce que deben cumplir ciertos requisitos m�nimos para lograr una educaci�n inclusiva; tales como: �Respeto, autoconciencia, perspectiva, escucha, construcci�n de relaciones, adaptaci�n, humildad cultural� (Escarbajal, 2016, p. 132).

En lo que respecta al eje del contexto, este se basa� en la formaci�n de los profesionales en la educaci�n para la atenci�n a la interculturalidad y la diversidad en general; y esto supone tambi�n la necesidad de respetar �el contexto sociohist�rico sobre formaci�n y atenci�n a la diversidad� (Escarbajal, 2016:127); adem�s de que �educar en contextos de diversidad cultural implica definir un modelo de profesor, con al menos, siete competencias b�sicas: pedag�gico-did�cticas, de liderazgo, de gesti�n de grupo y aprendizaje cooperativo, de investigaci�n, interactivas, �ticas y competencias sociales� (Fern�ndez Batanero, 2013, citado en Fern�ndez y Aguilar, 2016, p. 754).

En Escarbajal (2016), se establece qu� propuestas parten de realizar un dise�o y acci�n formativa de los profesionales en general, especialmente en diversidad. (p. 127); y esto tiene sentido si consideramos que �actitudes, estrategias e interrelaciones en la tarea educativa deben reflejar su compromiso ciudadano de transformar el contexto social y escolar� (Fern�ndez y Aguilar, 2016, p. 755); sin dejar de considerar una realidad actual en la que los profesores que han sido educados de forma tradicional o bancaria, deben de �romper esas ataduras� e involucrarse en nuevos proceso educativos y as� lo refleja Cabrero y Barroso (2015) al exponer:

�Los profesores en los nuevos entornos perder�n su papel de transmisores de informaci�n, ya que las TIC pondr�n una amplitud de informaci�n a disposici�n de los alumnos y, adem�s, que la informaci�n estar� deslocalizada de los lugares cercanos a los estudiantes y de su profesor m�s inmediato, sin olvidarnos de que adquirir�n m�s importancia los contenidos abiertos� (Cabrero y Barroso, 2015, p. 60)

Competencias docentes y diversidad

Respecto a las competencias requeridas en la formaci�n del profesorado para en diversidad cultural se pueden enunciar:� a) reconocer que el rol a desempe�ar no es el de transmitir conocimiento, sino la construcci�n del conocimiento tomando en cuenta entornos de interculturalidad; b) asimilar que al dise�ar o ejecutar las� labores acad�micas el profesorado, est�s deben fomentar habilidades sociales en el alumno; puesto que �en el �mbito educativo, la diversidad cultural de la sociedad se refleja en las aulas y, hoy por hoy, es una de las variables que tiene influencia crucial en la convivencia del centro educativo�. (Fern�ndez y Aguilar, 2016, p. 754).

 

Recomendaciones del autor para la formaci�n docente

Articulaci�n de la formaci�n inicial y continuada

Esta formaci�n debe ser parte de la formaci�n general del docente desde sus inicios y no como una �especialidad�; ya que �la presencia de diversas culturas, en el aula, no s�lo ha influido en la convivencia, sino tambi�n en los resultados del rendimiento acad�mico, especialmente de los alumnos extranjeros� (Fern�ndez y Aguilar, 2016, p. 754); consigui�ndose de esta forma, un nuevo docente, con un nuevo perfil reflexivo y cr�tico ante la diversidad cultural.

Transformaci�n curricular y desarrollo profesional

En cuanto a la transformaci�n curricular, esta debe� partir de la �asistencia a jornadas tem�ticas, incentivaci�n para la creaci�n de materiales y documentos, presentaci�n de comunicaciones en congresos.� (Escarbajal, 2016:139). La transformaci�n curricular y el mismo desarrollo profesional, lleva consigo el hecho innegable de ser valorado, de ser reconocido en las nuevas destrezas, competencias y meritocracia y esto a su vez en una mejor aspiraci�n salarial que no solo est� dada en virtud de �conseguir� nuevos t�tulos� o certificados, sino la puesta en pr�cticas de esas nuevas habilidades adquiridas.

Un enfoque renovado de la persona

El profesional docente formado en �diversidad cultural e intercultural� debe asimilar que adem�s se necesitan �Docentes que crean en lo que est�n haciendo y en lo hay que hacer. Un docente transmisor de valores. En este sentido, se apuesta por el desarrollo de competencias �ticas para desarrollar valores, como aspecto esencial que debe tener todo docente en su formaci�n� (Fern�ndez y Aguilar, 2016, p. 763).

Un enfoque renovado del contexto

En este enfoque se eval�a especialmente la forma en c�mo se construyen las relaciones sociales; y no exclusivamente aspectos meramente culturales; adem�s de que al promover la inclusi�n, estamos ante un �planteamiento m�s global, m�s hol�stico sobre lo que significa atender la diversidad, frente a otro planteamiento m�s restringido y especializado que coloca a la atenci�n a la diversidad en los m�rgenes del modelo de inclusi�n (Escarbajal, 2016, p. 136)

Una formaci�n de formadores en red al servicio del proyecto intercultural

El profesional de la educaci�n en el Ecuador, a m�s de contar con nuevas habilidades comunicativas y de inclusi�n cultural � cosa no f�cil � debe tambi�n prepararse en trabajos colaborativos; donde "los esfuerzos personales de sus miembros se unen y culminan en algo que individualmente no podr�an lograr. (G�mez -Rada, s.f., p. 62); y ese trabajo en equipo rinde mejores resultados; adem�s de considerar como fin que �el acto instruccional debe girar en torno al estudiante, as� como las estrategias que se apliquen, que deben adaptarse a las caracter�sticas psicol�gicas de los alumnos, propiciando al mismo tiempo la participaci�n activa de �ste en su proceso formativo� (Rousseau 1778, p.17, citado por Garc�a, 2007, p.28).

 

Conclusi�n y posibilidades de implementaci�n

La conclusi�n del tema abordado es que deconstruir la formaci�n ya adquirida en profesorado no es cosa f�cil de asimilar y de lograr, sino con una buena dosis de paciencia y esfuerzo mancomunado que tiene sus propias aristas (el estado - los directivos y los profesores); y ello sin contar que �el uso de las TIC viene revolucionando el d�a a d�a de la sociedad, ya que con ellas se potencian nuevas formas de comunicaci�n� (Cabrero y Barroso, 2015, p. 41).

La preparaci�n de los nuevos profesionales en el Ecuador y/o re-formar a los profesores� para conseguir el cambio de paradigmas educativos entre ellos la inclusi�n y diversidad cultural, se conseguir� nuevos saberes educativos, con un objetivo claro a perseguir; esto es: �los estudiantes del futuro tendr�n que poseer diferentes competencias b�sicas para aprender conocimientos nuevos, desaprender conocimientos adquiridos y ya no v�lidos por las transformaciones del mundo cient�fico y reaprender los nuevos conocimientos que se vayan generando� (Cabrero y Barroso, 2015, p. 60).

Ya en el Ecuador, esta educaci�n intercultural podr� implementarse desde dos aspectos a considerar o analizar, el �mbito p�blico y el �mbito privado. En cuanto al �mbito p�blico, existe menor problem�tica en aceptar diversidad cultural, ya que por pol�ticas p�blicas, la educaci�n es abierta y gratuita como servicios p�blico y social a la comunidad; lo cual no implica que exista un profesorado debidamente formado o adiestrado para asumir esas competencias y desarrollo intercultural. Otro aspecto relevante es el hecho de que en su labor el docente deba promover la participaci�n del educando y su interacci�n aplicando nuevos mecanismos� de aprendizaje, que estos sean m�s �giles y atractivos ya sea entre sus pares y tambi�n con el profesor; puesto que una realidad evidencia es que:

�Los profesores en los nuevos entornos perder�n su papel de transmisores de informaci�n, ya que las TIC pondr�n una amplitud de informaci�n a disposici�n de los alumnos y, adem�s, que la informaci�n estar� deslocalizada de los lugares cercanos a los estudiantes y de su profesor m�s inmediato, sin olvidarnos de que adquirir�n m�s importancia los contenidos abiertos� (Cabrero y Barroso, 2015, p. 60).

En lo que se refiere a la educaci�n privada, �sta depender� el grado o nivel socio � econ�mico de los representantes de los educandos y su sector territorial de habitaci�n, donde tambi�n se puede observar falencias en implementar una educaci�n intercultural, ya sea por la semejanza de su estatus social donde no se acepta �abiertamente� personas de otras culturas sino de forma soterrada. En ciertos casos, puede constar en las directrices generales o planes de desarrollo del centro educativo la interculturalidad, pero en la realidad no hay d�nde o c�mo aplicarlo pues no existir�a el �grupo focal� intercultural.

Otra arista que se puede abordar es el hecho de que los planes del gobierno central suelen brindar directrices generales a los centro educativos de car�cter privado para el desarrollo del plan educativo anual, quedando a discreci�n del centro privado implementar mejoras, adecuaciones o modificaciones y ajustarlas a necesidades particulares tales como BI (bachillerato internacional) que tiene sus propias reglas a cumplir, si es que el centro educativo aspira a que su alumnado pueda acceder a �reconocimiento� internacionales en tu futuro mediato (educaci�n universitaria)

La toma de conciencia intercultural se identifica con el conocimiento y la comprensi�n de las similitudes y diferencias existentes entre el propio universo cultural y el de las comunidades, incluyendo la toma de conciencia de la diversidad regional y social de ambos universos. (Fern�ndez y Aguilar, 2016, p. 755)

En cuanto a la formaci�n intercultural, esta no debe ser una mera declaraci�n tal y como lo establece Valverde (2010), pues esta formaci�n:

No debe ser limitada a fortalecer determinados valores, sino a promover un encuentro entre gente, pueblos y culturas diferentes que fortalezca el di�logo e intercambio cultural en la escuela. Esto es, una educaci�n en la tolerancia y el respeto a la diversidad cultural para lograr la convivencia entre diferentes en un plano de igualdad y equidad. (Valverde, 2010, p. 144)

Esta ciudadan�a global nos lleva necesariamente al concepto de �ciudadan�a digital� que est� dado en virtud de que los seres humanos o tecnopersonas en la actualidad �dependen radicalmente de las tecnolog�as para vivir, hasta el punto de que muchas de sus acciones cotidianas se realizan mediante implementaciones tecnol�gicas informatizadas�. (Echeverr�a y Almendros, 2020, p. 82). La estrategia para la ciudadan�a ser�a poder contar con los medios tecnol�gicos adecuados para provocar un mejor desarrollo educativo.

Estas tecnopersonas, son vers�tiles, �comparten nuevos lenguajes y sistemas de signos, los tecnolenguajes (y tecnosignos), los cuales s�lo son practicables mediante dispositivos inform�ticos�. (Echeverr�a y Almendros, 2020, p. 101) y el �mbito educativo, no puede quedar excluido ya que no est� dirigido a personas de nuestro tiempo, sino a otra generaci�n que �naci� digital�; es m�s, antes de nacer ya la tecnolog�a molde� su proceso y hasta su futuro; entonces como no va a estar inmersa la tecnolog�a en los procesos educativos y sus implicaciones son favorables si se las aplica de forma adecuada.��

Adem�s, se debe considera aquello de la �perspectiva �tica� que se refiere a la forma en c�mo usamos la tecnolog�a, c�mo usamos las TIC en nuestro entorno educativo, y en ciertas ocasiones, no sabemos ni siquiera �cu�les son los l�mites que definen el uso l�cito de estas tecnolog�as� (Bustos, 2021, p. 84); por ello, Bustos (2021) estableci� tambi�n que �el educador, adem�s de ser un facilitador de conocimientos, tambi�n debe asumir la responsabilidad de orientar a los estudiantes en el manejo, �correcto y l�cito�, de las pr�cticas en el espacio digital� (Bustos, 2021, p. 88).

Entre los valores a rescatar est� el hecho de tener una �convivencia social� que se apoye �en el respeto mutuo y la aceptaci�n de unas normas comunes� (Salazar, 2009. p. 23), donde adem�s se respete el pensar diferente, por ello es que el lema del multiculturalismo es �a pesar de que somos diferentes tenemos que aprender a convivir sin agredirnos, es decir respet�ndonos.� (S�nchez, 2011, p. 37); y esta interacci�n en globalizaci�n nos lleva adoptar mecanismos - en el �mbito educativo � que permita a los educandos interrelacionarse empezando por ejemplo con el idioma, herramientas tecnol�gicas y docentes debidamente formados para asumir estos nuevos retos tecno-educativos. Adem�s, se hace necesario promover abiertamente eliminar el racismo, los prejuicios y la intolerancia; no obstante de que �la uniformidad en costumbres, maneras de vivir y a valores compartidos entre personas de diversas culturas parece que podr�a favorecer un nuevo tipo de identidad transcultural o supranacional� (Bartolom�, 2010, p. 30).

Otro aspecto relevante es el hecho de promover la participaci�n del educando y su interacci�n aplicando nuevos mecanismos� de aprendizaje, que estos sean m�s �giles y atractivos ya sea entre sus pares y tambi�n con el profesor; puesto que una realidad evidencia es que:

�Los profesores en los nuevos entornos perder�n su papel de transmisores de informaci�n, ya que las TIC pondr�n una amplitud de informaci�n a disposici�n de los alumnos y, adem�s, que la informaci�n estar� deslocalizada de los lugares cercanos a los estudiantes y de su profesor m�s inmediato, sin olvidarnos de que adquirir�n m�s importancia los contenidos abiertos� (Cabrero y Barroso, 2015, p. 60).

No obstante de ello, �tenernos que ser conscientes de que la simple inclusi�n de medios en los centros no proporcionar� autom�ticamente mejoras en los procesos de ense�anza-aprendizaje� (Cabrero y Barroso, 2015, p. 53)

En el �mbito educativo ya sea escolar o universitario, es importante resaltar lo que plantea Marc Prensky, que �los ni�os y ni�as de hoy no solo necesitan que lo que aprendan sea relevante, si no que sea real, que tenga una aplicaci�n fuera de la escuela y que pueda ser empleado de manera inmediata en situaciones reales� (Prensky, 2011, citado en Reinoso. 2012, p. 142); toda vez que debemos aspirar a que los educandos tengan un desarrollo integral, conectados con la realidad, con la naturaleza y nuevas formas de comunicaci�n e interacci�n social. La estrategia en lo que ata�e a valores, ser�a poder contar los alumnos, con espacios de discusi�n y de formaci�n en valores siendo estos un complemento a la formaci�n familiar de los educandos que los preparen para asumir retos ciudadanos y establecer nuevos modelos que eliminen los antivalores y la corrupci�n.

La Unesco, establece que debemos transformar la educaci�n para transformar el mundo y modelarlo a trav�s de la educaci�n y construir un mundo en paz, justo y sostenible. �Contrato social entorno a la educaci�n�; con mucho acierto, se define a la educaci�n como un �bien com�n mundial� y es as� que uno de sus postulados es:

Asegurar que todos los ni�os y j�venes tengan acceso a, y completen, una educaci�n primaria y secundaria inclusiva y equitativa de calidad, que sea gratuita y financiada con fondos p�blicos, y que dure al menos 12 a�os, de los cuales al menos nueve de manera obligatoria; y que todos los ni�os y j�venes no escolarizados tengan acceso a una educaci�n de calidad, mediante distintas modalidades (UNESCO, 2015. p.29).

Para la construcci�n de esa paz, es necesario que desde el punto de vista educativo, comprender que �los estudiantes del futuro tendr�n que poseer diferentes competencias b�sicas para aprender conocimientos nuevos, desaprender conocimientos adquiridos y ya no v�lidos por las transformaciones del mundo cient�fico y reaprender los nuevos conocimientos que se vayan generando� Cabrero, Barroso (2015, p. 60)

Es importante se�alar que a m�s de educar, el Docente es una gu�a en el proceso de aprendizaje y sin que sea su labor primordial inculcar valores a los educandos, se hace necesario que ellos tengan otro modelo o paradigma, pues el Docente forma parte de la vida de los educandos, posiblemente ocupe m�s tiempo que el de sus propios padres en el hogar; y es precisamente ese espacio de interacci�n educativa, donde se puede orientar y modelar un ser humano que aporte a la sociedad en la soluci�n de sus problemas, con visi�n global, �tica y profesional.

La estrategia en cuanto a la educaci�n para la paz, ser�a poder contar con una formaci�n amplia y multicultural, generando espacios para compartir con otras culturas y/o conocer de otra forma otras culturas aprovechando las TIC� como la mejor herramienta para el aprendizaje de los educandos, que los preparen para asumir retos ciudadanos y establecer nuevos modelos de convivencia social.

La justificaci�n de ser multicultural est� dada en virtud de tomar en cuenta nuevas formas de aprendizaje, donde se elimina por completo por ejemplo metodolog�as caducas como educaci�n bancaria, donde el alumno se convierte en un mero recipiente donde se deposita informaci�n y conocimiento; y para cambiar ello, es necesario considerar y tener como punto de partida que �el objetivo final de todo proceso de aprendizaje es mejorar el desempe�o y aumentar las capacidades de los estudiantes� (B�ez y Clunie, 2019, p. 329).

Esas capacidades permitir� crear nuevos ciudadanos, capaces de adaptarse a las circunstancias, establecer mejores y nuevas formas de convivencia, de resoluci�n de problemas de la sociedad global, siendo un hecho inevitable de que �los estudiantes del futuro tendr�n que poseer diferentes competencias b�sicas para aprender conocimientos nuevos, desaprender conocimientos adquiridos y ya no v�lidos por las transformaciones del mundo cient�fico y reaprender los nuevos conocimientos que se vayan generando� Cabrero, Barroso (2015, p. 60).

Adem�s, en cuanto a la formaci�n, esta no debe ser una mera declaraci�n tal y como lo establece Valverde (2010), pues esta formaci�n:

No debe ser limitada a fortalecer determinados valores, sino a promover un encuentro entre gente, pueblos y culturas diferentes que fortalezca el di�logo e intercambio cultural en la escuela. Esto es, una educaci�n en la tolerancia y el respeto a la diversidad cultural para lograr la convivencia entre diferentes en un plano de igualdad y equidad. (Valverde, 2010, p. 144)

Retos para plantear el tema de la identidad cultural

�El problema actual, sobre todo en algunos nacionalismos agresivos o defensivos, es que generan rasgos de identidad, excluyentes de otros rasgos de identidad, al tiempo que convierten ciertas pr�cticas culturales en monopolios de la pertenencia simb�lica al grupo� (Bartolom�, 2010, p. 32). En este sentido, caben varias inquietudes: �C�mo plantear una identidad cultural? �Por qu� debemos tener una identidad cultural? �C�mo construir una identidad cultura? entre otras�

Los retos est�n dados en virtud de las necesidades de las personas; ya que �las ciudades son cada vez m�s cosmopolitas y multiculturales, fruto de la inmigraci�n, del turismo y del asentamiento en ellas de grandes empresas multinacionales� (Bartolom�, 2010, p. 29).

El sentido de convivencia es otro aspecto a considerar, puesto que la realidad nos muestra que a veces ni siquiera en nuestro n�cleo familiar extendido sabemos c�mo convivir tal y como lo expone Bartolom� (2010) cuando refiere a que �la coexistencia de personas pertenecientes a diversas culturas dentro de un mismo espacio urbano pone de manifiesto la necesidad de aprender a convivir desde esta variedad de culturas� (Bartolom�, 2010, p. 29).

Retomando la cuesti�n de �C�mo construir una identidad cultura?, debemos de considerar que el tener una costumbre arraigada, una forma especial de convivencia - por ejemplo la de pueblos aut�ctonos - dificulta tener algo homog�neo; ya que ello conlleva a �la necesidad de hacer valer lo propio y por tanto la acentuaci�n de la propia identidad cultural o nacional como un medio de destacar las particularidades propias� (Bartolom�, 2010, p. 30); salvo que la idea central sea alcanzar una nueva identidad como lo expone Bartolom� (2010) cuando refiere a� �la uniformidad en costumbres, maneras de vivir y a valores compartidos entre personas de diversas culturas parece que podr�a favorecer un nuevo tipo de identidad transcultural o supranacional� (Bartolom�, 2010, p. 30), lo cual ser�a a mi parecer un desprop�sito en s� mismo, ya que lo que se debe hacer prevalecer la riqueza cultural en una sociedad, en las naciones y en el concierto internacional, excluyendo una intenci�n de crear �modelos� de culturas como de hecho ya existe, pero con otra denominaci�n.

Estas otras culturas est�n dadas en virtud de creencias religiosas, afiliaci�n pol�tica, representaci�n de g�nero, raza, entre otras. En este sentido� Bartolom� (2010) considera:

Parecen surgir pues dos tendencias que coexisten al mismo tiempo en la conformaci�n de la identidad: la universalista y la localista o particularista. La cuesti�n es si son dos tendencias opuestas o si pueden ser complementarias y desde ambas se puede llegar a construir una nueva identidad. (Bartolom�, 2010, p. 30).

Definitivamente la identidad cultural se construye, desde una perspectiva global, de integraci�n, de aceptaci�n, de poder acceder al otro sin limitaciones o complejos y con predisposici�n de querer integrarse, no excluirse; y con mucho acierto Bartolom� (2010) precisa:� �La identidad se construye en la dial�ctica con el "otro", sea individuo o colectividad. No hay identidad sin otro, y al mismo tiempo la identidad colectiva se define por categor�as sociales y culturales que est�n en continua mutaci�n� (Bartolom�, 2010, p. 37).

Adicionalmente, se debe considerar el planteamiento de que puede existir m�s de una identidad habitando en la misma persona como lo establece Bartolom� (2010) cuando expone: �Un primer interrogante que nos surge es si la persona tiene una o m�ltiples identidades, es decir, si podemos hablar de la identidad en singular o de distintas identidades� (Bartolom�, 2010, p. 32); y la respuesta es s�, puede coexistir en la misma persona dos identidades, una singular y otra colectiva,� ya que el ser humano es por excelencia un ser social, un ser pol�tico que no se queda est�tico, sino que investiga y descubre nuevas formas de vivir, alimentarse, producir, etc.

 

Reflexi�n final

Consideramos que al tartar sobre identidad cultural, tenemos varias aristas para el an�lisis, no en vano tenemos incluso un vocablo en la gram�tica que identifica esta cuesti�n �etnocentrismo� pero la clave es c�mo potenciar esa cultura, c�mo hacer que esa u otras culturas puedan conectarse y relacionarse y convivir de forma pac�fica y que no sean vistos �los otros� como extra�os que quieren prevalecer los unos sobre los otros como sucedi� en la �poca de la �colonizaci�n�� espa�ola, que signific� saqueo, limpieza �tnica, y otras atrocidades.

Consideramos que el gran reto es conciliar una compresi�n amplia de que la multiculturalidad no hace mejores, m�s ricos, en la diversidad, por lo que considero acertadas las expresiones de Valverde (2010) al exponer que educaci�n e identidad cultural:

No debe ser limitada a fortalecer determinados valores, sino a promover un encuentro entre gente, pueblos y culturas diferentes que fortalezca el di�logo e intercambio cultural en la escuela. Esto es, una educaci�n en la tolerancia y el respeto a la diversidad cultural para lograr la convivencia entre diferentes en un plano de igualdad y equidad. (Valverde, 2010, p. 144)

En el Ecuador, la preservaci�n y construcci�n de la identidad cultural se alcanza cuando se reconoce la diversidad cultural, y de hecho as� sucedi� en la constituci�n �ltima promulgada en el a�o 2007, en la que el Estado ecuatoriano reconoci� incluso que existe en el territorio �diversas nacionalidades� ind�genas por ejemplo, otorg�ndoles espacio de discusi�n, esca�os en el parlamento, participaci�n popular y hasta su propio sistema de justicia atendiendo a su cosmovisi�n; lo cual est� correcto, ya que nos identifica como incluyentes como naci�n y sociedad.

C�mo preservar esa identidad cultura, se lo conseguir� con m�s realismo cultural, con m�s participaci�n en democracia pero participativa y no solo cada 4 a�os que hay elecciones, sino participando todos en esta sociedad global para encontrar soluciones a los problemas comunes y del diario vivir; y para ello debemos volver al tema de la educaci�n y al respecto la UNESCO ha determinado:

La educaci�n intercultural respeta la identidad cultural del educando impartiendo a todos una educaci�n de calidad que se adec�e y adapte a su cultura. La educaci�n intercultural ense�a a cada educando los conocimientos, las actitudes y las competencias culturales necesarias para que pueda participar plena y activamente en la sociedad. La educaci�n intercultural ense�a a todos los educandos los conocimientos, actitudes y las competencias culturales que les permiten contribuir al respeto, el entendimiento y la solidaridad entre individuos, entre grupos �tnicos, sociales, culturales y religiosos y entre naciones. La educaci�n intercultural ense�a a cada educando los conocimientos, las actitudes y las competencias culturales necesarias para que pueda participar plena y activamente en la sociedad. La educaci�n intercultural ense�a a todos los educandos los conocimientos, actitudes y las competencias culturales que les permiten contribuir al respeto, el entendimiento y la solidaridad entre individuos, entre grupos �tnicos, sociales, culturales y religiosos y entre naciones (Escarbajal, 2016, p. 128-129)

 

Referencias

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