Psicobiologa de la agresin y la violencia

 

Psychobiology of aggression and violence

 

Psicobiologia da agresso e violncia

 

 

 

 

 

 

 

Roxana Elisa Urquiza-Zavaleta I
roxanaurquiza@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-2723-9851
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Correspondencia: roxanaurquiza@gmail.com

 

 

Ciencias de la Salud

Artculo de Investigacin

* Recibido: 23 de mayo de 2022 *Aceptado: 12 de junio de 2022 * Publicado: 3 de julio de 2022

 

 

 

  1. Universidad Cesar Vallejo, Per.

Resumen

La agresividad y la violencia son dos patrones de comportamiento que se presentan en los seres humanos y en los animales en niveles moderados. La agresividad es usada como un mecanismo de defensa de los seres vivos cuando se sienten amenazados, lo que no ocurre con la conducta violenta la cual est cargada de agresividad con el propsito de hacer dao al otro sin importar las consecuencias de los actos. Segn la neurociencia la agresin y la violencia se desarrollan debido a los caracteres hereditarios de padres a hijos (genes y herencia) causales neuroqumicas (neurotransmisores) endocrinas (las hormonas) y alteraciones en el funcionamiento de reas del cerebro (sistema lmbico, en donde la amgdala, el hipotlamo, la corteza prefrontal, la corteza cingulada anterior entre otros), no estn trabajando de forma coordinada, y sus funciones se ven alteradas. Tambin se deben considerar las experiencias vividas por los seres humanos a temprana edad, la exposicin a situaciones emocionales estresantes y traumticas, lo que repercute en el estado emocional del nio y futuro adolescente y ocasiona con el tiempo el desarrollo de patrones de comportamiento relacionados a patrones de aprendizaje que sirvieron de modelo en la infancia. Por tal razn no solo influyen en una persona agresiva y violenta los cambios ocurridos a nivel del sistema nervioso sino tambin, los factores familiares, sociales y culturales que estn relacionados con el comportamiento y estado emocional de las personas desde temprana edad.

Palabras Clave: Sistema Nervioso Central; MAO: Enzima Monoamino oxidasa, Serotonina: 5-hidroxitriptamina; COF: Corteza Orbito Frontal; CPF: Corteza Pre Frontal; LF: Lbulo Frontal; LT: Lbulo temporal; CCA: Corteza cingulada anterior; CPFvm: Corteza prefrontal ventromedial; CPFdl: Corteza prefrontal dorso lateral.

 

Abstract

Aggressiveness and violence are two behavioral patterns that occur in humans and animals at moderate levels. Aggressiveness is used as a defense mechanism of living beings when they feel threatened, which does not happen with violent behavior which is charged with aggressiveness with the purpose of harming the other regardless of the consequences of the acts. According to neuroscience, aggression and violence develop due to hereditary characteristics from parents to children (genes and inheritance), neurochemical causes (neurotransmitters), endocrine (hormones) and alterations in the functioning of areas of the brain (limbic system, where the amygdala, the hypothalamus, the prefrontal cortex, the anterior cingulate cortex, among others), are not working in a coordinated way, and their functions are altered. The experiences lived by human beings at an early age, exposure to stressful and traumatic emotional situations should also be considered, which has repercussions on the emotional state of the child and future adolescent and causes over time the development of behavioral patterns related to behavioral patterns. of learning that served as a model in childhood. For this reason, not only do the changes that occur at the nervous system level influence an aggressive and violent person, but also family, social and cultural factors that are related to the behavior and emotional state of people from an early age.

Keywords: Central Nervous System; MAO: Monoamine oxidase enzyme, Serotonin: 5-hydroxytryptamine; OFC: Orbital Frontal Cortex; PFC: Prefrontal Cortex; FL: Frontal Lobe; LT: temporal lobe; ACC: anterior cingulate cortex; vmPFC: ventromedial prefrontal cortex; dlPFC: dorsolateral prefrontal cortex.

 

Resumo

Agressividade e violncia so dois padres comportamentais que ocorrem em humanos e animais em nveis moderados. A agressividade utilizada como mecanismo de defesa dos seres vivos quando se sentem ameaados, o que no acontece com o comportamento violento que carregado de agressividade com a finalidade de prejudicar o outro independentemente das consequncias dos atos. Segundo a neurocincia, a agresso e a violncia se desenvolvem devido a caractersticas hereditrias de pais para filhos (genes e herana), causas neuroqumicas (neurotransmissores), endcrinas (hormnios) e alteraes no funcionamento de reas do crebro (sistema lmbico, onde a amgdala, o hipotlamo, o crtex pr-frontal, o crtex cingulado anterior, entre outros), no funcionam de forma coordenada e suas funes so alteradas. Devem ser consideradas tambm as experincias vividas pelo ser humano em idade precoce, a exposio a situaes emocionais estressantes e traumticas, o que repercute no estado emocional da criana e do futuro adolescente e provoca ao longo do tempo o desenvolvimento de padres comportamentais relacionados a padres comportamentais. de aprendizagem que serviu de modelo na infncia. Por esta razo, no s as alteraes que ocorrem ao nvel do sistema nervoso influenciam uma pessoa agressiva e violenta, mas tambm fatores familiares, sociais e culturais que esto relacionados com o comportamento e estado emocional das pessoas desde tenra idade.

Palavras-chave: Sistema nervoso central; MAO: Enzima monoamina oxidase, Serotonina: 5-hidroxitriptamina; OFC: Crtex Frontal Orbital; CPF: Crtex Pr-frontal; FL: Lobo Frontal; LT: lobo temporal; ACC: crtex cingulado anterior; vmPFC: crtex pr-frontal ventromedial; dlPFC: crtex pr-frontal dorsolateral.

Introduccin

Desde temprana edad se observa en la mayora de los contextos educativos nios y adolescentes que presentan conductas impulsivas con una gran carga de agresividad y violencia, la cual se ve reflejada en su accionar para con sus compaeros de estudios y en muchos casos incide en sus comportamientos futuros. Sobre la diferencia entre la agresividad de la violencia, Valzelli (1983) (citado en Ortega y Alczar, 2016), define la agresividad como una conducta adaptativa que sirve para satisfacer necesidades y para eliminar cualquier tipo de amenaza que se realice contra integridad fsica y/o psicolgica del organismo, para la conservacin del ser humano, y solo en el caso en el que se viese comprometida la vida se atacara al oponente, llegando a provocar si es necesario la muerte. Por otro lado, la violencia segn la Organizacin mundial de la salud (Krug y Dahlberg 2003) es el uso deliberado de la fuerza fsica o el poder, ya sea en grado de amenaza o efectivo, contra uno mismo, otra persona o un grupo o comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daos psicolgicos, trastornos del desarrollo o privaciones.

La agresividad y la violencia presentan una relacin mutua en cuya regulacin intervienen diversas estructuras determinadas por el funcionamiento cerebral, los factores genticos los neurotransmisores y las hormonas. De acuerdo con la Psicobiologa estaran involucrados en las conductas agresivas y violentas las caractersticas genticas heredados de padres a hijos como reguladores de la conducta agresiva y comportamientos violentos; los bajos niveles de serotonina que propician conductas agresivas ante estmulos amenazantes y alteraciones en la corteza orbitofrontal, amgdala, sistema lmbico. Tambin se ha involucrado al consumo de sustancias psicoactivas legales o ilegales, ya que hay muchas personas que consumen alcohol u otras drogas debido a alteraciones del estado de nimo, o cuadros de angustia o estrs o solo por el simple hecho de averiguar cmo se siente, lo que genera cambios en los sistemas de transmisin a nivel de la dopamina, serotonina, adrenalina, GABA y glutamato entre otros, y pueden desencadenar conductas agresivas y violentas en las personas.

Sin embargo, es preciso mencionar que, como lo seala Murteira Morgado & da Luz Vale Das (2014) la cultura es un producto de la corteza cerebral, pues gracias a sta el individuo normal es capaz de usar la razn para controlar, moderar o cambiar sus respuestas emocionales e instintivas, haciendo que la mayora de los hombres que se encuentran en situaciones de crisis, conflicto o separacin, se abstengan de agredir a sus parejas femeninas y busquen otros modos de encauzar sus sentimientos.

De all que el objetivo general del presente trabajo sea: Analizar, y sintetizar informacin de diversas fuentes confiables sobre la importancia que tiene nuestro funcionamiento biolgico en las conducta agresivas y violentas de las personas. Los objetivos especficos son: Identificar las diferencias entre agresividad y violencia. Determinar cul es la influencia de la gentica y de las hormonas en las conductas agresivas y violentas. Describir los cambios que se producen en el sistema nervioso central de personas que presentan este tipo de conductas teniendo en cuenta estudios de neuroimagen.

 

Agresin y violencia

Etimolgicamente, el trmino violencia tiene como uso ms comn la utilizacin exclusiva o excesiva de la fuerza. Del latn, violentia, significa vehemencia o impetuosidad; siendo su uso ms extenso el del ejercicio de la fuerza fsica para daar o lesionar a una persona o una propiedad. Su uso lingstico tambin describe una condicin de una persona que no est en su estado normal, o que las acciones que realiza son contrarias a su disposicin natural (Moliner, 1979).

En relacin con la agresin, se aplica a las formas ms extremas de este tipo de comportamiento (Archer, 1994), especialmente las relacionadas con la fsica, aunque tambin es aplicable a la fuerza psicolgica que causa sufrimiento o traumatismo. Al igual que en el caso de la primera, se puede establecer una categora emocional u hostil de violencia y otra de tipo instrumental. En la violencia hostil, el objetivo primario sera la produccin de sufrimiento o dao extremo a la vctima, mientras que la violencia con otros fines secundarios sera un ejemplo de violencia instrumental (Berkowitz, 1996).

Para Valzelli (1983), la agresividad es el componente de la conducta normal que, con diferentes formas vinculadas al estmulo y orientadas a un objetivo, se libera para satisfacer necesidades vitales y para eliminar o superar cualquier amenaza contra la integridad fsica. Adems, est orientada a promover la conservacin propia y de la especie de un organismo vivo, y nunca, excepto en el caso de la actividad depredadora, para producir la destruccin del oponente.

Desde una perspectiva psicosocial, la agresin fsica se ve comnmente acompaada de juicios sociales negativos que destacan la ilegitimidad e ilegalidad de esos actos, as como su inaceptabilidad (Archer y Browne, 1989). La evaluacin del contexto social implica inevitablemente juicios morales, y tales juicios subjetivos pueden ser cruciales al considerar un acto como legtimo o ilegtimo. En este sentido, la agresin como violencia supondra un agravio, ultraje u ofensa contraria al derecho del otro. Valzelli (1983), utilizando datos clnicos tales como la elevacin del ndice de violencia delictiva en casos de esquizofrenia y trastornos bipolares, asociados a uso de sustancias psicoactivas, es uno de los grandes defensores del concepto de transicin patolgica de la agresin a la violencia, transicin sometida tanto a factores biolgicos como socioambientales.

Desde esta perspectiva, De Flores (1991), seala que en la conducta humana la palabra violencia empleada en lugar de la palabra agresin, implica la liberacin de componentes agresivos patolgicos, como consecuencia de un trastorno en los mecanismos de control del SNC o por una educacin intencionadamente orientada a fomentar la intolerancia ideolgica.

Se entiende, por tanto, que la persona con conducta agresiva patolgica tiene un trastorno funcional a nivel del sistema nervioso central, una baja tolerancia a los estmulos aversivos y un potencial agresivo dirigido hacia el entorno o haca l mismo. Un tipo de conducta, que necesita tratamiento inmediato y resultados rpidos despus de establecido el diagnstico preciso. Adems, la agresividad, dentro de estos planteamientos clnicos, quedara conceptualizada como un estado permanente o predisposicin constitucional a cometer agresiones o a atacar sin que medie provocacin alguna.

En funcin a lo mencionado se puede determinar que la utilizacin excesiva de la fuerza fsica, junto con una reaccin que no guarda relacin con los estmulos desencadenantes originarios, sera decisivas para hablar de un acto agresivo como violento. En este sentido, se concluye que:

a) La violencia constituye un tipo de agresin desadaptada, que no guarda relacin con la situacin social en la que se desarrolla o que se da en una direccin espacial inadecuada.

b) La violencia requiere la ejecucin de conductas que denotan un uso excesivo o exclusivo de la fuerza fsica dentro de un contexto sociocultural determinante, esencialmente humano.

c) La violencia est sustentada biolgicamente en un mecanismo incorrecto que regula la funcin adaptativa de la agresin; destacndose su carcter eminentemente destructivo sobre las personas y las cosas. (Pea Fernndez 2005)

 

Formas y tipos fundamentales de violencia y agresin

Segn los modos de la agresin

a.      Violencia directa(personal), los actos destructivos son realizados por personas o grupos de personas contra personas o grupos definidos.

b.     Violencia indirecta o estructural: El acto violento surge de la propia organizacin del grupo social, sin que tenga que haber un ejecutor concreto de la misma.

Segn sus acciones

  De un individuo contra s mismo (suicidio)

  De un individuo contra otro individuo (crimen pasional)

  De un individuo contra un grupo (delitos contra la sociedad).

  De un grupo contra un individuo (la pena de muerte).

  De un grupo contra otro grupo (la guerra, el terrorismo)

Otras formas de agresin: Adems de los criterios precedentes existen otros que tratan de complementar la definicin anterior como la propuesta por Moyer en 1976.

1. Agresin predatoria: conductas de ataque motivadas.

2. Agresin Inter- machos: violencia fsica o conducta de sumisin exhibida por los machos mutuamente.

3. Agresin inducida por el miedo: se acta de forma agresiva hacia cualquier clase de confinamiento forzado.

4. Agresin territorial: conducta de amenaza o ataque que se muestra hacia una invasin del territorio propio, o conducta de sumisin y retirada tras enfrentarse con el intruso.

5. Agresin maternal: conducta agresiva de las hembras cuando un intruso se acerca a sus cras.

6. Agresin irritable: agresin e ira dirigidas hacia un objeto debido a la frustracin o estrs del agresor

7. Agresin relacionada con el sexo: Ocasionada por los mismos estmulos que generan la respuesta sexual.

8. Agresin instrumental: Recompensa del individuo mediante el acto agresivo.

Bases genticas de la agresin y la violencia

Uno de los genes candidatos relacionados con la agresin y la violencia es el de la MAO-A, (Monoamino oxidasa) del cual existe un polimorfismo para baja expresin de MAOA (MAOA-L) y otro para alta expresin de MAOA (MAOA-H). Se conoce una relacin genotpica y ambiental (maltrato y sucesos traumticos) en un grupo de personas adolescentes, en la que el grupo con polimorfismo MAOA-L y expuesto al ambiente en cuestin mostr mayor tendencia a arrestos criminales, mayor desorden de conducta y mayor disposicin agresiva que los individuos con el polimorfismo MAOA-H y los individuos con MAOA-L quienes no haban estado expuestos a un ambiente hostil y violento. Sin embargo, otras investigaciones han encontrado una relacin similar entre la agresin y el polimorfismo MAOA-H (Ortega y Alczar, 2016).

En un interesante trabajo, Meyer y Lindenberg, et- (2006) estudiaron el cerebro a nivel estructural y funcional en personas con genotipo de la MAOA y de diferentes caractersticas fenotpicas obtenidas a partir de tareas experimentales que podan ser consideradas anlogas de comportamientos violentos. Encontraron que el alelo que da como resultado una menor expresin de la MAOA-L, asociado previamente con el riesgo de presentar conductas violentas, predeca una reduccin del volumen lmbico y una alta sensibilidad de la amgdala en una tarea de reconocimiento facial de emociones, acompaado de una reactividad disminuida de las regiones reguladoras prefrontales. En hombres, tambin se asociaba a cambios en el volumen de la corteza orbitofrontal, a hiperreactividad en la amgdala y el hipocampo en una tarea de recuerdo aversivo y a una activacin del cngulo, empeorada durante una tarea de inhibicin cognitiva. Este estudio pone de manifiesto las diferencias en el sistema lmbico para la regulacin emocional, as como el control cognitivo implicado en la asociacin entre el MAOA y el comportamiento violento.

En un estudio de neuroimagen funcional se encontr que los alelos del gen de la MAOA se encuentran relacionados con puntuaciones en una escala de agresividad y con la respuesta a un paradigma de exclusin social. De acuerdo con esto, individuos MAOA-L se muestran ms agresivos que los individuos MAOA-H, y presentan una mayor activacin de la corteza cingulada anterior dorsal en relacin con reacciones de exclusin social. As pues, la MAOA puede estar relacionada con comportamientos agresivos mediante la hipersensibilidad emocional en contextos sociales (Eisenberg, Hofer, y Vaughan, 2007).

Otro factor de gran relevancia es la protena 5-HTT (transportador de serotonina) fabricada por un gen cuya regin promotora presenta polimorfismo afectando la transcripcin de dicho gen. De este modo existen dos alelos de dicho gen: uno de longitud corta (alelo s) y otro de longitud larga (alelo l); los individuos s/s y s/l, con menor sntesis de 5-HT, son ms ansiosos, depresivos, hostiles y agresivos que los individuos l/l (Takahashi, Quadros, de Almeida, y Miczek, 2013; Teodorovic y Uzelac, 2015).

A pesar de estos hallazgos, es preciso mencionar que existen numerosas discrepancias entre los estudios genticos que muestran asociacin entre el gen 5-HTT y la agresin (ya sea hacia s mismo (suicidio) o hacia los dems) (Bortolato, y otros, 2013). stas quiz se deban a interacciones gen-ambiente, de tal modo que los portadores de alelo s tengan mayor tendencia a la agresin y a la ideacin suicida como respuesta a situaciones de stress vividas durante la infancia, adolescencia y comienzo de la edad adulta (Caspi, y otros, 2013; Conway, y otros, 2012).

 

La serotonina y su influencia en la violencia y agresin

El neurotransmisor ms intensamente estudiado y asociado a la conducta agresiva ha sido la serotonina o 5-hidroxitriptamina (abreviadamente, 5-HT). La 5-HT se produce en los ncleos del rafe del tallo del cerebro, los cuales constituyen un circuito con la corteza orbitofrontal y el sistema lmbico, entre otras reas. Los niveles de este neurotransmisor son inversamente proporcionales a los niveles de agresin impulsiva, as pues, la reduccin mediante dieta de dicho neurotransmisor est asociada con la conducta agresiva e impulsiva que se manifiesta ante estmulos nocivos, amenazantes o provocadores. De manera inversa, si se aumenta la dosis de triptfano en la dieta, se observa una irritabilidad y agresin disminuida; lo anterior de acuerdo con estudios experimentales llevados a cabo con humanos (Coccaro, Fanning, Phan, y Lee, 2015; Siegel y Douard, 2013; Yanowitch y Coccaro, 2013).

En un reciente metaanlisis sobre estudios que han puesto en relacin la serotonina con la agresin, se encontr que la serotonina explica slo un poco ms del 1% de la varianza en agresin, ira y hostilidad. Sin embargo, afirman que la hiptesis de la deficiencia de serotonina permanece abierta al debate en tanto puede haber varias interpretaciones posibles de los resultados obtenidos, partiendo de la poca fiabilidad y validez discriminante de la escala conductual para medir la agresin al conocimiento actual ms detallado de las vas nerviosas en las que interviene la serotonina como neurotransmisor y sus receptores, que hacen que el papel de la serotonina en relacin con el control de la conducta sea ms complejo de lo que se supona inicialmente (Bortolato, y otros, 2013; Coccaro, Fanning, Phan, y Lee, 2015; Duke, Bgue, Bell, y Eisenlohr-Moul, 2013).

Por otro lado, hay que tener en cuenta que la serotonina es neurotransmisora en diversos circuitos adems de la CPF, por ejemplo, en el hipotlamo, centro importante relacionado con el control de la agresin. Adems, la serotonina tiene al menos 14 tipos de receptores, siendo los ms importantes en relacin con la agresin los denominados 5-HT1A y 5-HT1B (Takahashi, Quadros, de Almeida, y Miczek, 2013, citados en Ortega y Alczar, 2016), tiene localizacin pre o postsinptica y por tanto favorece como inhibe la agresin.

 

Las hormonas y su relacin con la agresin y la violencia

La relacin entre hormonas y agresin es recproca y bidireccional (Archer, 2006), dado que un determinado nivel hormonal puede repercutir en la conducta agresiva, y, a la inversa, el incremento de la agresin puede provocar cambios en los niveles hormonales. En este sentido, las hormonas pueden ser consideradas causas, efectos o mediadoras de la agresin. A modo de ejemplo, cabe indicar que las experiencias conductuales y el contexto sociocultural pueden llevar a cambios endocrinos que, a su vez, influyen en la agresin (Andreu y cols., 2001). Adems, la magnitud de la respuesta hormonal parece que es dependiente de la intensidad de la agresin (al menos, en machos), lo que sugiere que los niveles altos de andrgenos son consecuencia de la interaccin agresiva y no la causa de la agresin (Ross y cols., 2004 citado en Moya Albiol 2015).

La Testosterona (principal andrgeno masculino) es la hormona ms estudiada en relacin con la agresin en adolescentes y adultos, pero los resultados obtenidos en los diversos estudios quedan lejos de ser conclusivos y consistentes. Los estudios en animales han arrojado una amplia evidencia emprica sobre la existencia de una relacin bidireccional entre la Testosterona (T) y la agresin, segn la cual la T facilita la agresin y sta, al igual que otras conductas sociales, influye en los niveles de T. Sin embargo, los estudios que han analizado esta relacin en seres humanos muestran resultados inconsistentes (Rubinow y Schmidt, 1996; Archer, 2006). Adems, las diferencias entre gneros son fundamentales a la hora de interpretar la agresin y su relacin con la T, a lo que habra que aadir el efecto que variables tales como el tipo de agresin, la experiencia previa y las diferencias individuales, entre otras, pueden ejercer sobre esta relacin.

La relacin entre T y agresin es una temtica que ha generado mucha confusin, dado que los estudios que la analizan son mltiples y van en la lnea de afirmar que la T es un factor fundamental para la agresin, aunque no todos los estudios lo confirman (Wingfield, 2005). As, se ha indicado que otra de las posibles razones de la inconsistencia

sea el hecho de que tradicionalmente se han medido niveles circulantes de T (en sangre o saliva) y no sus precursores (dehidroepiandrostenediona o DHEA) o sus efectos a nivel central (por ejemplo, a nivel de la amgdala). En este sentido, es necesario tener en cuenta la aromatizacin de la T a nivel cerebral (en el hipocampo y amgdala fundamentalmente), que la transforma en estradiol (Nelson y Trainor, 2007), lo cual hace ms compleja la relacin entre la T y la agresin. (citado por Moya Albiol 2015)

La T podra desempear un rol importante en las conductas sexualmente dimrficas en general y en la expresin de la agresin, ya que, hasta la edad de 10 aos, aproximadamente, tanto los nios como las nias solucionan los conflictos expresando la agresin de forma directa, pero con la llegada de la pubertad, las estrategias se hacen ms caractersticas de cada gnero. Las chicas suelen sustituir la agresin fsica directa por la agresin emocional indirecta, mientras que los chicos suelen ser ms impacientes e irritables y tienden a emprender conductas de riesgo. Con la maduracin se produce un incremento del empleo de la agresin indirecta y, en el perodo adulto, la agresin se hace ms sutil, como lo muestra la denominada agresin social. Por todo ello, se podra afirmar que ambos sexos son igualmente agresivos, aunque expresan la agresin de modo diverso (Hess y Hagan, 2006; citado por Moya Albiol 2015).

Slo en los ltimos tiempos se estn llevando a cabo con mayor frecuencia estudios con hembras y mujeres. A pesar de ese menor nmero de investigaciones, la mayor parte de los estudios apoyan la hiptesis de que la T mantendra una relacin positiva con la violencia. No obstante, podra criticarse el hecho de que se han analizado los niveles de T de las participantes violentas fuera de su contexto. Esto implicara una prdida de informacin, ya que en muchos casos la violencia no es proceso unidireccional sino bidireccional. Un ejemplo claro de ello sera la violencia domstica, en la que existe una teora que apoya la simetra de gnero, es decir, que en algunos casos la violencia se producira entre los dos cnyuges en lugar de ser unidireccional. En este caso concreto de violencia se observ que aquellas parejas heterosexuales con niveles similares de T (en comparacin con los niveles medios del gnero al que pertenecan) presentaron mayores incidentes de violencia domstica que las parejas con niveles distintos de T.

Estructuras del sistema nervioso central implicadas en la agresin y la violencia

En relacin con las estructuras cerebrales implicadas en el control de la conducta agresiva en el ser humano, los estudios se han basado en el comportamiento de seres humanos con daos cerebrales debido a enfermedades (tumores, quistes, rabia), heridas o enfermedades mentales. Por ejemplo, un estudio en el que se lesion el hipotlamo posteromedial tuvo xito en reducir o abolir la agresividad en pacientes violentos. Otros estudios replicaron este hallazgo (Haller, 2014). Un ejemplo interesante de control hipotalmico de la agresin es el hamartoma hipotalmico (con el nombre de hamartoma se conoce a un grupo de neuronas, gla o manojos de fibras nerviosas que perdieron su camino en el momento de la migracin celular embrionaria, ubicndose en estructuras donde normalmente no deberan estar. Un subgrupo de pacientes que desarrollan esta malformacin muestra un incremento de la agresin y cuando se retira el hamartoma se abole la agresividad (Ng et al., 2013). Los hallazgos observados con esta malformacin muestran que las funciones hipotalmicas estn estrechamente ligadas con la agresin en humanos. Las estructuras lmbicas (amgdala, formacin hipocampal, rea septal, corteza prefrontal y circunvolucin del cngulo) modulan fuertemente la agresin a travs de sus conexiones con el hipotlamo medial y el lateral (Haller, 2014).

 

La amgdala

La amgdala se relaciona actualmente con un conjunto de procesos nerviosos como son la cognicin social, la regulacin de la emocin, el procesamiento de la recompensa y la memoria emocional; tambin con la deteccin de las amenazas procedentes del medio ambiente visual o auditivo, as como la produccin de respuestas de lucha o huida a travs de sus conexiones con estructuras del tronco del encfalo. Personas con lesin en la amgdala muestran dificultades en reconocer las seales faciales de malestar y tienen dificultades para generar respuestas de miedo condicionadas (Adolphs, 2013; Klumpers, Morgan, Terburg, Stein y van Honk, 2015). Esto es parecido a lo que ocurre en individuos con alta tendencia a la violencia (jvenes con callosidad emocional; Blair, 2013a; Lozier, Cardinale, VanMeter y Marsh, 2014; psicpatas adultos; Blair, 2013b; Blair et al., 2004; Marsh y Blair, 2008).

A raz de las observaciones de Kluver y Bucy (1939) sobre lesiones bilaterales de los lbulos temporales anteriores en macacos se determin que estas conducan, entre otras modificaciones de la conducta, a un apaciguamiento del animal hacindolo menos agresivo. En orden a determinar si la prdida de la agresividad de los monos era debida a lesin cortical o subcortical, Weiskrantz (1956) produjo ablaciones en un grupo experimental en ambas amgdalas y en el polo temporal medial; mientras que el grupo control haba recibido lesin en la convexidad temporal inferior o una operacin bilateral sin llegar a daar el tejido cortical o subcortical. Slo obtuvo modificaciones relacionadas con disminucin de la agresin cuando la lesin afectaba al complejo amigdaloide.

En humanos, el complejo amigdaloide se ha subdividido, de acuerdo con criterios de tipos celulares y densidad de dichos tipos, en 4 conjuntos de ncleos denominados latero basal o basolateral, centromedial o central, masas intercaladas y superficial o cortical; las masas celulares intercaladas, situadas entre el grupo basolateral y el centro medial, son importantes para el control inhibidor de la actividad, de la amgdala (Barbas, Zikopoulos y Timbie, 2013; Rosell y Siever, 2015).

Posteriormente esta subdivisin se ha confirmado mediante resonancia magntica nuclear (Bzdok, Laird,Zilles, Fox y Eickhoff, 2013). El grupo latero basal se coactiva con la corteza prefrontal ventromedial (CPFvm), que se piensa que actualiza contingencias de respuesta. La informacin del grupo latero basal se enva al grupo centromedial, bien directa o bien indirectamente a travs de las masas intercaladas, el cual conecta fundamentalmente con estructuras corticales y subcorticales motoras. Dado que en el hipotlamo existen dos regiones implicadas en el control de la agresin reactiva y la agresin predadora, existen tambin conexiones desde la amgdala a travs de dos vas llamadas estra terminal y va amigdalfuga ventral (Nieuwenhuys, Voogd yvan Huijzen, 2009), que conectan a la amgdala con el hipotlamo anterior y con el hipotlamo lateral.

Estudios de neuroimagen estructural de la amgdala y agresin. Algunos estudios se han basado en sujetos sanos, no clnicos, en este caso mujeres, cuyos niveles de agresin no estaban fuera de lo normal (Matthies et al., 2012). La agresin se midi mediante la prueba Life History of Aggression y se subdividi el grupo en dos grupos, uno con puntuaciones superiores a la mediana de la cohorte y otro con puntuaciones inferiores a la mediana de la cohorte. El subgrupo ms agresivo tena un volumen de la amgdala, corregido para el volumen total del cerebro, significativamente menor (16-18%) que el volumen del subgrupo menos agresivo. La limitacin de este estudio es que se basa slo en mujeres y se mide, mediante entrevista, la agresin pasada. En sujetos violentos psicpatas se ha encontrado reduccin significativa del volumen de sustancia gris de la amgdala en varios estudios (Ermer, Cope, Nyalakanti, Calhoun y Kiehl, 2012; Tiihonenet al., 2000). En cambio, un estudio del mismo grupo de investigacin en adolescentes encarcelados con caracteres psicopticos (Ermer, Cope, Nyalakanti, Calhoun y Kiehl, 2013) no encontr una disminucin en el volumen de la amgdala en funcin de la puntuacin en la prueba correspondiente de medida de la psicopata. Estos autores no dan una explicacin para la diferencia en el volumen amigdalar entre adolescentes y adultos. Boccardi et al. (2013) estudiaron la morfologa cortical y amigdalar en sujetos violentos que se podan caracterizar como psicpatas. El volumen global de la amgdala era significativamente mayor en los violentos que en los controles, pero lo ms interesante es que la morfologa de los distintos ncleos era diferente de la de los controles, observndose tanto aumento como disminucin de tejido en diferentes ncleos amigdalinos considerndose este aspecto como ms importante que el volumen mayor de la estructura (Boccardi, comunicacin personal).

 

La corteza prefrontal

La corteza prefrontal es aquella parte del lbulo frontal situada delante de la denominada corteza premotora, incluyendo tanto regiones de la parte medial del hemisferio como de la parte lateral. La corteza prefrontal contiene 3 regiones importantes: la corteza orbitofrontal (COF), la corteza cingulada anterior (CCA) y la corteza prefrontal ventromedial (CPFvm). La COF se encuentra en la parte basal de los hemisferios mientras que la CPFvm se encuentra en la cara medial de los hemisferios y en su parte ventral y la CCA se encuentra en la cara medial de los hemisferios.

La COF forma parte de la corteza frontal lmbica junto con la CCA. Ambas cortezas, en el caso de la COF sobre todo su zona posterior, tienen las conexiones ms fuertes con la amgdala (Ghashghaei, Hilgetag y Barbas, 2007 citado en Seplveda y Moreno 2017). La va amgdala COF posterior puede tener un papel destacado en el enfoque de la atencin sobre estmulos motivacionalmente relevantes, consistente con el papel de la amgdala en la alerta y vigilancia emocional. Como la amgdala recibe informacin sensorial de todas las modalidades sensoriales (que terminan en las mismas partes de la amgdala que se proyectan a la COF posterior), sus proyecciones pueden enviar el significado afectivo de los estmulos sensoriales externos. A su vez, la informacin que la CCA y la COF enviaran a la amgdala sera acerca del medio interno incluyendo emociones internalizadas como celos, vergenza y culpabilidad, que evocan una excitacin emocional (Ghashghaei et al.,2007).

Dado su patrn de conexiones con la amgdala, existira una diferencia en las funciones de la COF y la CCA: como la COF recibe ms proyecciones de la amgdala y la CCA enva ms proyecciones a la amgdala (macacos, Ghashghaei et al., 2007); y humanos, la primera tendra un valor ms sensorial o perceptual evaluando el valor motivacional y afectivo de los estmulos mientras que la segunda tendra una relacin ms importante con las acciones o respuestas (hay que tener en cuenta que la CCA tiene sus principales conexiones de salida con centros autnomos del tronco del encfalo y de la mdula espinal implicados en la expresin de emociones como vocalizaciones) (Rosell y Siever, 2015; Timbie y Barbas, 2014).

Es importante destacar que la COF contiene una conexin especializada con la amgdala, a travs de las masas intermedias de esta, que activara centros del tronco del encfalo y de la mdula espinal implicados en la activacin emocional y en el retorno a una situacin emocional previa disminuyendo dicha activacin. Este circuito permitira explicar la excitacin emocional (incremento de frecuencia respiratoria y cardiaca, etc.) en situaciones de comportamiento agresivo.

Estudios de neuroimagen funcional de la CPF y agresin. Diversos estudios han mostrado, en sujetos normales, una potenciacin de la actividad de la COF segn se incrementaba la intensidad de expresiones faciales de ira que estaban observando (Blair, Morris, Frith, Perrett y Dolan, 1999). Utilizando un escenario imaginario de agresin en el que se le peda a sujetos normales que expresaran una agresin no restringida hacia un asaltante o que intentaran inhibir la respuesta agresiva, se observ que en el primer caso la desactivacin funcional de la COF era mayor que en el segundo (Pietrini, Guazzelli, Basso, Jaffe y Grafman, 2000). Se observa, por lo tanto, en los sujetos normales que un control de impulsos se traduce en una mayor actividad de la COF. Por lo tanto, sujetos con dao en la COF tendern a exhibir un bajo control de impulsos y estallidos agresivos entre otras conductas. Hoptman (2003) cita tambin estudios realizados en sujetos sanos en los que se ha inducido un estado de ira al que se compara con un estado neutro y se les miden sus cambios en el flujo sanguneo cerebral regional; en este caso, se observaron incrementos en la COF, CCA y polos temporales anteriores, que los autores interpretaron como representando la inhibicin de la agresin en el contexto de la ira generada (Hoptman, 2003, p. 269).

La cuestin es que en el estudio anterior al que hace referencia Hoptman (2003) no se haban estudiado otras emociones. Entonces que es lo que ocurre a nivel funcional en la CPF de las personas: Un estudio mediante TEP llevado a cabo en asesinos predadores(psicpatas) e impulsivos y en sujetos normales neurolgica y conductualmente (Raine et al., 1998) aport los siguientes resultados en relacin con el tipo de agresin y la actividad de la corteza prefrontal: los asesinos impulsivos tenan menor actividad prefrontal y mayor actividad subcortical en el lbulo temporal (que contiene la amgdala) que los sujetos control y los asesinos predadores tenan una actividad prefrontal similar a la de los sujetos control pero tenan una actividad subcortical excesiva. En este estudio no se realizaba an una subdivisin ms fina de la corteza prefrontal. Tambin la revisin llevada a cabo por Hoptmann (2003) mostraba que la activacin en el lbulo frontal y parte medial del lbulo temporal est asociada con la agresin imaginada, la induccin de estados de ira o la actividad violenta y criminal, especialmente en relacin con crmenes que tenan una base afectiva/impulsiva (p.269).En un meta-anlisis en el que se intent fraccionar la corteza prefrontal en relacin con la conducta de sujetos violentos, antisociales y psicpatas, Yang y Raine (2009) encuentran que en los 31estudios de imagen funcional que abarcaban desde 1992 a 2007 incluan las tcnicas SPECT (tomografa computarizada de emisin de fotn nico), RMf (resonancia magntica funcional), espectroscopia de resonancia magntica (MRS), tomografa de emisin de positrones (TEP) las regiones de la CPF donde haba una reduccin de la actividad cerebral medida mediante alguna de las tcnicas anteriores eran la COF derecha, la CPFdl izquierda y la CCA derecha. La lateralizacin de la disminucin de la actividad cerebral en COF y CCA es paralela a la alteracin observada tras lesin en estas regiones en la conducta social, procesamiento emocional y toma de decisiones (Eslinger y Damasio, 1985; Hornak et al., 2003; Tranel, Bechara y Denburg, 2002), mientras que la lateralizacin en la actividad de la CPFdl estara relacionada ms bien con impulsividad y pobre control conductual.

En general, los estudios de neuroimagen funcional llevados a cabo en sujetos violentos y antisociales muestran una actividad funcional atpica en la COF, la CPFvm y la CCA a menudo manifestada como una hipofuncionalidad (Anderson y Kiehl, 2012; Glenny Raine, 2014; Patrick, 2015).

 

El maltrato infantil y su correlacin neuroanatmica con la agresividad y la violencia

Investigaciones realizadas mediante tcnicas de estimulacin elctrica han evidenciado que reas como la amgdala, el hipocampo, el hipotlamo y estructuras tegmentales son precursoras de la agresin, mientras que otras reas como la zona ventromedial de los lbulos frontales y el rea central de los lbulos temporales son inhibidoras de este tipo de conductas. (Mesa y Moya 2010)

Diversos estudios realizados en sujetos que presentan conductas violentas y/o trastornos relacionados con algn tipo de agresin han detectado diferencias morfolgicas y anatmicas con respecto a los sujetos control. En este sentido, se han observado dficits estructurales y funcionales en los lbulos temporales y frontales en diversas muestras de sujetos violentos. En el lbulo temporal la disminucin del volumen del hipocampo y de la amgdala en sujetos vctimas de malos tratos durante la infancia podra contribuir al desarrollo de la violencia en sujetos adultos. De este modo, los estudios de neuroimagen realizados en adultos violentos han mostrado la existencia de una perdida unilateral de tejido en la amgdala y el hipocampo del lbulo temporal, y se ha llegado incluso a establecer una correlacin positiva entre la reduccin del tamao bilateral del hipocampo y altas puntuaciones en escalas de psicopata. (Weniger et al 2008)

Otra alteracin en nios maltratados es la de la irritabilidad lmbica, tambin observada en adultos que presentan comportamientos violentos, en los que se muestra una irritabilidad extrema manifestada por un aumento en la conducta agresiva, hipersexualidad y ataques irracionales. (Teicher 2002)

Por lo que respecta a las alteraciones detectadas en el lbulo frontal de nios maltratados, se muestra que los altos niveles de estrs afectan a su desarrollo normal, ya que producen una maduracin prefrontal precoz y una lateralizacin hemisfrica. En relacin con ello, se ha demostrado que la hipoactivacin en regiones como el crtex orbitofrontal, unida a la hiperactivacin de la amgdala, se corresponde con un bajo control de impulsos, estallidos de agresividad y falta de sensibilidad personal, que predisponen a la conducta agresiva y violenta (Lee y Hoaken 2007). En cuanto a la lateralizacin hemisfrica y a las conexiones establecidas por el cuerpo calloso en menores maltratados, se ha observado (tal y como se ha comentado) un menor tamao del cuerpo calloso, especialmente en varones, as como retrasos en la mielinizacin, lo cual propicia el desarrollo independiente de ambos hemisferios (Teicher 2004).

Estos hallazgos pueden relacionarse con datos obtenidos en adultos violentos, en los que se ve una menor lateralizacin en cuanto al lenguaje en tareas que implican procesamiento verbal, as como una disminucin en el metabolismo de glucosa en el cuerpo calloso en muestras de asesinos.

La alteracin del desarrollo y los daos cerebrales producidos como consecuencia del maltrato infantil podran llevar a las alteraciones observadas en diversas zonas cerebrales, como en el hipocampo y la amgdala, y no nicamente a daar las conexiones entre el crtex prefrontal y la amgdala. Si atendemos a los modelos tericos que explican la agresin humana, tambin es posible observar similitudes entre las bases biolgicas que en ellos se proponen y los hallazgos obtenidos en sujetos maltratados durante la infancia. Uno de estos modelos establece que las conductas agresivas se relacionan con alteraciones en el lbulo frontal que confluyen con diversos niveles de manifestacin, como son el neurofisiolgico, el neuroconductual, el de personalidad, el social y el cognitivo. Cuanto mayor fuese el dficit prefrontal observado, mayor seria la probabilidad de que confluyesen alteraciones en las distintas zonas mencionadas, y, por tanto, de que apareciese la violencia. Estas alteraciones pueden relacionarse con las funcionales encontradas en nios maltratados, ya que las alteraciones y problemas de conducta que presentan podran ser consecuencia de alteraciones en las diversas zonas explicadas y tener como base un mal funcionamiento del lbulo frontal. (Moya y Mesa 2013)

 

Metodologa

Se realizo una revisin sistemtica durante los meses de agosto a octubre del 2020, la finalidad fue seleccionar todos aquellos estudios publicados en artculos cientficos sobre temas relacionados a la Psicobiologia de la agresin y la violencia, realizados con nios, adolescentes y adultos de ambos sexos, tambin se recopilo informacin de artculos cientficos, libros electrnicos, revistas mdicas y de psiquiatra, como Elsevier, Scopus, Science y PublimMed., etc.; tesis doctorales, Anales entre otros, debido a la carencia de estudios sobre este tema en espaol se hicieron varias revisiones de estudios publicados en ingls en la mayora de los casos de artculos internacionales provenientes de los Estados Unidos, Espaa, Alemania, Canad. y un artculo de la USMP de la facultad de medicina de Per. El diseo y tipo de investigacin es de tipo descriptiva y su enfoque cualitativo.

Se realizo el anlisis de datos extrayendo los aspectos ms resaltantes de la investigacin con el objetivo de poder determinar la influencia de los estados emocionales sobre el funcionamiento a nivel orgnico del organismo.

 

 

Discusin y conclusiones

El objetivo del presente artculo cientfico ha sido el de recopilar informacin confiable de fuentes nacionales e internacionales sobre los diversos estudios realizados sobre la Psicobiologia de la agresin y la violencia para lo cual se han revisado ms de 50 artculos en su mayora en ingls y dos libros electrnicos.

Del total de publicaciones revisadas todas han aportado evidencias empricas sobre la influencia que tienen nuestros estados emocionales sobre nuestro organismo, las alteraciones que se presentan a nivel de nuestros neurotransmisores, hormonas, genes y sistema nervioso central y como estos cambios generan disfunciones a nivel del estado de nimo y del comportamiento.

En la actualidad a nivel mundial los casos de agresin, violencia de gnero, maltrato y abuso infantil se ha incrementado exponencialmente, y segn las cifras de la Organizacin Mundial de la Salud (Krug y Dahlberg 2003) ms de 1 milln 600 mil personas pierden la vida violentamente a nivel mundial; y uno de las causales de que las cifras de agresividad y violencia en la poblacin se incrementen puede ser la pandemia del coronavirus que se est viviendo y que ha disparado los niveles de estrs, ansiedad y depresin en la poblacin. Sin embargo, la agresin y violencia no son problemas nuevos, se han venido dando desde la antigedad, y, a pesar de las sanciones que impone el Estado, estn vigentes en todas las sociedades.

Segn diversos estudios realizados sobre la agresividad y la violencia, y la influencia de las hormonas, neurotransmisores, la gentica y el sistema nervioso central; se ha evidenciado que, las alteraciones a nivel de la produccin de estos moduladores y del funcionamiento de las estructuras del cerebro, generan modificaciones en el estado emocional y comportamental del individuo.

Los estudios realizados sobre la influencia de la gentica en el comportamiento agresivo informan que alrededor del 50% de la variabilidad de este comportamiento se debe en gran parte a los genes, en especial a la mutacin en el gen de la enzima Monoaminooxidasa A (MAOA), esta mutacin se correlaciona con la agresin impulsiva.

La serotonina es un neurotransmisor elaborado en los ncleos del rafe del tronco enceflico, estos ncleos estn en contacto con la corteza orbitofrontal (COF) y el sistema lmbico. Se ha comprobado que altos niveles de 5-HT (serotonina) en la corteza prefrontal (CPF) y en la corteza cingulada anterior (CCA) son inversamente proporcionales a los niveles de agresin. Generalmente, los bajos niveles de 5-HT se encuentran asociados con altos niveles de impulsividad y agresividad.

En muchos estudios se encuentra que los hombres tienen ms comportamientos agresivos y violentos que las mujeres, y la hormona que determinara este tipo de comportamiento en los varones sera la testosterona. Pero tambin hay que tener en cuenta que personas emocionalmente agresivas tienden a segregar ms testosterona en la sangre, por lo que se infiere que aquellas personas que tienen un temperamento violento tienen una mayor tendencia a segregar ms testosterona que aquellas que son emocionalmente tranquilas.

Estudios realizados en individuos normales, as como en psicpatas han evidenciado la importancia de la correlacin entre la corteza prefrontal y los ncleos amigdaloides en la agresividad y violencia, as, se encontr los asesinos impulsivos tenan menor actividad prefrontal y mayor actividad subcortical en el lbulo temporal (que contiene la amgdala) que los sujetos control, y los asesinos predadores tenan una actividad prefrontal similar a la de los sujetos control pero tenan una actividad subcortical excesiva. Asimismo, se establecieron importantes conexiones entre una de las divisiones de la corteza prefrontal, la orbitofrontal, con el tronco enceflico y la mdula espinal, lo que se relaciona con las respuestas que se producen ante las emociones violentas.

Otro factor importante que influye en el comportamiento agresivo en la edad adulta es haber sufrido maltrato durante la niez. Esto puede dar lugar a que el individuo sufra consecuencias tanto a nivel psicolgico como neurolgico. Un elevado nivel de estrs en edades tempranas ocasiona una disfuncin en el desarrollo normal del nio, lo que ocasiona un aumento de los niveles hormonales lo que genera cambios en el funcionamiento y la estructura del cerebro, alteraciones en el hipocampo, la amgdala, el cerebelo, el cuerpo calloso, el volumen cerebral y ventricular. Estos cambios hacen que los afectados presenten secuelas a nivel cognitivo, altos niveles de estrs psicosocial, problemas de conducta como agresividad y violencia asociada con otras patologas.

 

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